El tiempo nos confunde
El subdirector de Diario de Sevilla, Carlos Navarro Antolín, reflexiona sobre la confusión de ambientes en la ciudad
Carlos Navarro Antolín: El tiempo nos confunde
Nos anuncian ya los exitazos del festival Icónica del próximo verano cuando se instalan las luces de Navidad en Santa Justa, Menéndez Pelayo o República Argentina. Las tarjetas de crédito todavía no nos han cargado los últimos gastos de las vacaciones cuando nos dan la matraca con el dichoso Halloween y los días azules de la Inmaculada.
El tiempo no es que nos alcance, es que no nos deja vivir. Nos preguntan por el mejor horario, ahora que el Gobierno quiere acabar, por fin, con los cambios en el reloj. Pues mire usted, que diría el Felipe González todavía sin Toisón de Oro, el mejor es el que nos deja vivir, el que nos permite más horas de luz solar, el que menos nos altera, el que menos desajustes provoca.
Entre tanto turista y tanto cambio de hora, la ciudad se parece menos a sí misma. Y no es una exclusividad de Sevilla. Nosotros, al fin, siempre nos distinguiremos por el sol y las procesiones. Ahora no solo las exportamos, como aquella experiencia romana, también las importamos, como la del pasado domingo del Señor de los Milagros del Perú. Lógico. Ya dijo el arzobispo que somos la capital mundial de la piedad popular...
Tenemos calor, procesiones, luces de Navidad, lluvia... El siglo XXI nos confunde, pongan el GPS.