La guardería del Alcázar, cerrada de nuevo por el temporal; un problema que, de momento, no tiene solución

Sevilla

Un año más, los padres de los escolares de la Escuela Infantil María Inmaculada de los Jardines de Murillo se encuentran con las puertas cerradas por el temporal que ha provocado la clausura de parques y el cementerio municipal. Un problema que las familias llevan sufriendo más de 15 años y que, por el momento, no tiene solución pese a que las clases no se han suspendido. Y no por falta de de voluntad de dichos familiares, que han ideado diferentes alternativas para encontrar una salida a este callejón.

El pasado mes de julio, las administraciones (Ayuntamiento de Sevilla, Junta de Andalucía y CECOP) se reunieron con estos padres, que propusieron un corredor seguro, por el que los niños no pasarían por las proximidades de ningún árbol singular como el ficus que el pasado 18 de octubre sufrió la caída de una rama. En su lugar, los pequeños entrarían por otra puerta del Alcázar. Una posibilidad que el CECOP prometió estudiar y que, tras varios meses, hoy ha comunicado a las padres la imposibilidad de su puesta en marcha.

Para entender la causa por la que la alternativa de los padres no es posible, fuentes municipales han explicado a Radio Sevilla que la idea de los familiares requería, entre otras cosas, abrir el parque, poner vigilancia para filtrar quién entra al espacio verde y quién no; así como la apertura del Alcázar. A estos requisitos hay que sumar el factor seguridad ante la caída de ramas, que tampoco estaría garantizado.