Fútbol

Duque, el entrenador que se ganó Almería a tiros

“Si los resultados no llegan, qué quieres que me queme a lo bonzo o me pegue un tiro en la polla”

Luis Ángel Duque llamaba a las cosas por su nombre.

Almería

Ser el recambio de Juan Casuco no era tarea fácil y duraba ‘un pelao’ como se dice en Almería. Un madrileño valiente forjado en el Leganés y curtido en el Compostela y la Cultural Leonesa, aceptaba el reto y se vino a Almería dispuesto a levantar a un equipo que llegó a asomarse al ascenso directo en las primeras jornadas. Alfonso García Sánchez era un presidente de gatillo fácil y, técnico que no ganaba, técnico que despachaba y buscaba otro. Sabía donde se metía el bueno de Luis que no tardaba en conectar con la prensa por su verbo y cercanía. Solo ganó un partido pero dejó frases para la historia que jamás se olvidarán.

Tras un partido en casa con marcador adverso, en demanda de soluciones preguntaba el periodista Chema Fernández de la Cadena SER por las soluciones. Duque, tomaba aire y se lanzaba a tumba abierta con los magnetofones de 2004 grabando y le dijo: “Los jugadores ponen trabajo, yo pongo trabajo y si los resultados no llegan pues yo que se, qué quieres que me queme a lo bonzo o me pegue un tiro en la polla”. Y se quedaba tan tranquilo, pero para Almería y casi para el fútbol, ese tiro quedaba grabado a fuego y el periodista sigue con el estigma y el entrenador con su frase a cuestas.

Cuando se hablaba con los entrenadores

Aquel Almería de la temporada 2003-04 todavía jugaba en el ‘Juan Rojas’ donde la presión de la afición era grande y los partidos de casa eran un seguro de vida. Casuco, que era el entrenador que había ascendido al equipo, no pudo enderezar el rumbo y pasó de tocar la Primera a oler la Segunda B y Alfonso García acababa con su etapa y apostó por el madrileño. Vino cargado de ilusión y tuvo un trato con la prensa similar al de Casuco siendo cercano y sencillo como era la costumbre.

Aguantaba 9 partidos en el cargo y se mató a trabajar para levantar al Almería, pero solo ganaba un partido en las nueve jornadas que estuvo en el banquillo. Fue a Las Palmas (3-0) y tres empates con Algeciras, Córdoba y Salamanca. Nadie se perdía una rueda de prensa porque daba siempre los mejores titulares y era muy cercano y cariñoso con los periodistas. Con Chema, tenía hilo directo porque viajaba por España siguiendo al Almería y las distancias eran cortas. El famoso tiro no rompió esta relación. Se marchó con más amigos de los que tenía a su llegada a Almería, Chema entre ellos.

Una bella persona en las distancias cortas

En una noche de televisión en Localia, nos abría su corazón y tuvimos la enorme satisfacción de conocer a la persona que se sentaba en el banquillo del Almería. Le dábamos muchos palos (yo especialmente) y aquella noche de finales de marzo conocimos de verdad a Luis Ángel Duque. Una bella persona con un corazón enorme y una sinceridad que ya no se lleva. Te miraba a los ojos cuando te hablaba y su sabiduría futbolística era inmensa. Sabía que estaba condenado a ‘muerte’ porque no salían los resultados y lo sentía profundamente. Aquel Almería se salvó del descenso.

Duró dos meses su corta experiencia. El tiempo que duraban esos 9 partidos de entrenador del Almería. No se quemó a lo bonzo ni se pegó un tiro en la polla, pero se marchó con más amigos de los que pensaba, porque su cercanía le hacía conectar con la gente de Almería. Entrenadores de su perfil están en vías de extinción y verlo sano y salvo con Paco López en el nuevo Leganés me tranquiliza porque lo veo bien. No hablamos ni nos llamamos, ni falta que hace, cuando Duque lea esto sabrá que aquel que tantos palos le daba también está vivo, gracias a Dios.

Tony Fernández

Redactor de Deportes de SER Almería. Llegó a...