El éxito de Artillería
El subdirector de Diario de Sevilla, Carlos Navarro Antolín, reflexiona sobre la importancia de darle uso a los edificios con valores histórico-artísticos para asegurar su conservación

Carlos Navarro Antolín: El éxito de Artillería
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Sevilla
Tantos años de espalda al edificio y hoy ya nos hemos acostumbrado a referirlo con una sola palabra: Artillería. Es una de las dos grandes catedrales laicas de la ciudad, junto con las Atarazanas. En estos tiempos hemos recuperado los antiguos astilleros, pendientes de contenido, y una buena parte de la antigua fábrica del barrio de San Bernardo, donde ahora hay exposiciones y todo tipo de eventos.
Sevilla tiene una gran facilidad para vivir durante años sin mirar a edificios que quedan sumidos en el abandono y que su recuperación cuesta décadas, polémicas y debates. Pero con paciencia todo se alcanza. Y ahora cruzamos por la calle interior de Artillería, acudimos a la presentación de un libro en Artillería o a un exposición de moda andaluza en Artillería. Nada como el uso del patrimonio histórico para su preservación. Nada como sanar los edificios y devolverlos a la vida pública en la agenda de actos de la ciudad. O mediante el uso institucional. Un buen ejemplo es el Palacio de San Telmo, que fue Escuela de Mareantes y después Seminario. Hoy es la sede de la Presidencia andaluza.
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Una rehabilitación a la que no sigue un uso es en balde. Y un edificio que es referido en las conversaciones con una sola palabra es un éxito. ¿Dónde es el acto? En Artillería. ¿Dónde es la exposición? En Artillería. ¿Dónde está la sede de la Delegación de Defensa? En frente de Artillería. O como dirían muchos sevillanos: “frente por frente”.




