El Juzgado de lo Mercantil declara culpable el concurso de Aifos

Málaga

El Juzgado de lo Mercantil número uno de Málaga ha declarado culpable el concurso de acreedores de Aifos Arquitectura y Promociones Inmobiliarias, la promotora malagueña que llegó a ser uno de los grandes referentes del sector antes del estallido de la crisis inmobiliaria de 2007. La empresa, fundada en los años noventa, fue declarada en quiebra en 2009 con deudas que superaban los mil millones de euros, según los datos publicados por el Consejo General del Poder Judicial, en lo que se considera uno de los mayores procedimientos concursales del sector inmobiliario en España.

La sentencia, dictada más de dos años después de la celebración de la vista oral, responsabiliza a la sociedad y a su expresidente, Jesús Ruiz Casado, al que inhabilita durante dos años para administrar bienes ajenos o representar a terceros. Además, le retira el derecho a cobrar créditos frente a la empresa o frente a la masa del concurso, es decir, no podrá recuperar posibles importes que le correspondieran como acreedor.

El fallo judicial, al que ha tenido acceso SER Málaga, descarta que Ruiz Casado deba asumir el déficit del concurso, estimado en unos 120 millones de euros, tal y como habían solicitado la Fiscalía, la administración concursal y varias acusaciones particulares. La magistrada concluye que no ha quedado acreditada una conducta dolosa o gravemente culposa que agravara la insolvencia ni una relación directa entre las irregularidades contables y el desequilibrio patrimonial con el que terminó la compañía.

La resolución judicial describe una estructura empresarial compleja, integrada por múltiples sociedades vinculadas y con operaciones internas que dificultaban el control de la información contable. En su relato, la jueza detalla deficiencias en la gestión, falta de transparencia financiera y escasa colaboración con la administración concursal, que se vio obligada incluso a solicitar auxilio judicial para sustituir las facultades del órgano de administración.

No obstante, el juzgado no aprecia indicios de vaciamiento patrimonial ni simulación fraudulenta de operaciones, y descarta también que se produjera un retraso intencionado en la solicitud del concurso. Según el fallo, en los meses previos a la declaración de insolvencia la promotora había realizado gestiones para obtener financiación y negociar con acreedores, sin éxito, en un contexto de fuerte contracción del crédito tras el estallido de la burbuja inmobiliaria.

El juzgado concluye que el deterioro económico de Aifos fue consecuencia de múltiples factores, entre ellos la crisis financiera, la caída del mercado inmobiliario y el aumento de los costes de financiación, y no exclusivamente de la gestión de su presidente. Por ello, la declaración de culpabilidad se limita a la empresa y a Ruiz Casado, mientras que otros administradores, apoderados y sociedades del grupo han sido absueltos al no haberse probado su participación directa ni su conocimiento de las irregularidades contables. También ha sido absuelta la esposa del presidente, que figuraba como persona afectada en la causa.

El abogado Carlos Cómitre, del despacho Ley 57 Abogados, que representa a un amplio grupo de perjudicados por la quiebra, ha mostrado su decepción por el contenido de la resolución. En declaraciones a SER Málaga, ha señalado que el fallo “se queda en la condena mínima establecida por la ley” y que “las más de 5.000 familias que se vieron arruinadas por el concurso de Aifos no van a encontrar una mínima satisfacción en esta sentencia”.

Cómitre ha explicado que la sentencia “reconoce irregularidades graves en la gestión” pero “no proyecta esas conclusiones sobre la responsabilidad personal de los administradores”. “Si se da por probado que se omitió información relevante, que no se reflejaban las deudas con Hacienda, que se cambiaban activos de manos o que no existían cuentas independientes, el resultado no debería ser éste”, ha afirmado el letrado.

El abogado ha indicado además que, una vez notificada la resolución, su despacho “valorará si se recurre o no” ante la Audiencia Provincial de Málaga, que sería el tribunal encargado de revisar la sentencia en segunda instancia.

El procedimiento concursal de Aifos ha sido uno de los más complejos y prolongados de la provincia, tanto por el número de promociones afectadas como por la magnitud de su deuda. Miles de compradores de viviendas sobre plano, proveedores y trabajadores quedaron atrapados en el proceso de liquidación iniciado hace más de quince años.

La sentencia no es firme y todavía puede ser apelada ante la Audiencia Provincial de Málaga.