"Telúricos y primitivos", una exposición arriesgada en el Museo Carmen Thyssen de Málaga
La muestra reúne 60 obras de grandes artistas españoles del siglo XX y XXI que exploran lo telúrico y lo primitivo como rasgos identitarios.

"Telúricos y primitivos", una exposición arriesgada en el Museo Carmen Thyssen de Málaga
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Málaga
En el mundo de la museografía se dice que un museo ha alcanzado la mayoría de edad cuando empieza a hacer exposiciones con identidad propia y un sello que se mantiene en el tiempo. El Museo Carmen Thyssen de Málaga, con las exposiciones de los últimos dos o tres años, no solo ha alcanzado esa mayoría de edad, sino que ya está en plena madurez. Su línea identitaria está siendo el arte español del siglo XX y principios del XXI, del que con la nueva exposición "Telúricos y Primitivos. De la Escuela de Vallecas a Miquel Barceló" alcanza el número de tres muestras dentro de esta línea de trabajo. Primero fue "Modernidad latente", luego "Pintura liberada", ambas centradas en los pintores realistas del pasado siglo que consiguieron ciertos visos de modernidad en una pintura que, a primera vista, no parece nada moderna.
La nueva exposición da la vuelta al argumento, planteando los comisarios la posibilidad de que hubiera una identidad propia en los artistas más modernos españoles, diferente a lo que se hacía a nivel internacional. Y no han encontrado un punto en común entre abstractos, informalistas y expresionistas en el color o las formas, sino en los temas. La exposición reúne 60 obras de artistas que van desde Millares a Miquel Barceló, pasando por Picasso, Miró, Palazuelo, Soledad Sevilla, Maruja Mallo, entre otros, que comparten algunas obras con dos temas concretos: lo telúrico y lo primitivo.
Lo telúrico se refiere a obras donde la tierra está presente, tanto en el sentido del pueblo y la identidad rural como en el sentido literal, con cuadros que incorporan tierra mezclada con pintura. Así, vemos obras hechas de lana o de sacos de patatas; incluso se pueden distinguir calabazas aplastadas en una obra de Barceló. En cuanto a lo primitivo, se trata de obras que remiten al arte más ancestral, a lo mágico y lo arcaico, tanto en las imágenes como en los materiales, donde la madera sin pulir o el hierro forjado sin limar en las esculturas marcan el camino.
Dos temas que, a tenor de lo que se muestra, compartieron artistas de diferentes técnicas y estilos con una sola cosa en común: su origen en España. La exposición estará abierta hasta el 1 de marzo de 2026 y cuenta con obras de gran potencia de los mejores artistas del arte contemporáneo español del siglo XX, por lo que, aunque solo sea por esto, no hay que perdérsela.




