Una campaña electoral y dos palabras

Sevilla

Y también pudimos comprobar cuáles son las dos palabras que más se van a usar en estos meses, quiénes las van a utilizar y por qué.

El PP ha apostado por la palabra estabilidad y la oposición, por la de sanidad.

El primero no puede decir que es el único garante de la estabilidad y los segundos no pueden apropiarse de la defensa de la sanidad pública como si solo ellos la defendiesen.

Pero eso es lo de menos. Lo importante aquí es colocar la conversación donde más les convenga a unos y a otros. En eso consisten las campañas.

El PP quiere que el debate público vaya de estabilidad, de centralidad y de moderación, justo los atributos que más le convienen a Juanma Moreno. Y complementa su discurso con sus primeras apelaciones al voto útil para evitar que algunos de sus votantes se vayan a Vox.

Mientras, los partidos de izquierda quieren que sólo se hable de sanidad, de cribados, de errores y de retrasos, como si la batalla electoral se decidiese en los quirófanos del Virgen del Rocío y en las salas de espera de los centros de salud.

Y Vox, entretanto, a lo suyo, a “hacer de Vox", a seguir cosechando los votos de la indignación, del cabreo y del enfado con todo y con todos.

Esto de qué se habla en unas elecciones no es un asunto menor. La campañas suelen ir de responder a una pregunta, pero, sobre todo, de colocar esa pregunta para que así se hable de lo que quiere uno que se hable, no de lo que quiera el contrario.

No es lo mismo preguntar, por ejemplo, si quiere usted que Andalucía siga teniendo como presidente a alguien como Juanma Moreno a que la pregunta sea si piensa que Juanma Moreno se quiere cargar la sanidad pública.

No, no es lo mismo. Y por eso es tan importante llevar e debate a donde uno quiere. Suena a galimatías, pero no se imaginan la importancia que le dan los partidos a esto. Y con razón. Se la juegan ahí.