Ha muerto Janto: llora el Pavía
Ángel Antonio Arcos Revueltas escribió páginas de fútbol en la historia del equipo arlequinado
Nono, Janto y Geromo: leyendas del Pavía. / Juan Lozano
Almería
El Pavía llora a una de sus leyendas. A las 7 de la mañana del sábado 15 de noviembre ha sido llamado al cielo Ángel Antonio Arcos Revueltas que ha pasado por la vida como Janto. Futbolista inolvidable del equipo de los 80 cuando los Geromo, Lolo, Simón, Carreño Paco Liri, Lázaro… dieron brillo y esplendor a aquella generación liderada por Antonio Hernández Hermosilla: Nono. Se ha marchado muy joven ya que tenía 65 años y pese a su lucha contra una larga enfermedad, esta le ha vencido y ahora descansa con los mejores arlequinados, y entra para siempre en los corazones de esos compañeros que le rendían homenaje hace unos años cuando ya sabían que se le había complicado el partido al bueno de Janto.
El Pavía ha sido el club de su vida y pese a la llamada de otras entidades para llevarse su calidad y talento siempre quiso estar al lado de Jeromo que era su compañero de fatigas en el equipo y con el que llegó a escribir bellas páginas del fútbol aficionado cuando en los años 80 competía en el campo del Seminario mientras el Tito Pedro hacía las tapas de arenques en el ambigú de la Coca Cola a pleno sol de invierno. Jandro fue el más feliz de la tierra cuando sus compañeros del alma le rendían un homenaje y le mostraron todo el cariño que le tenían. Allí estaba como en los días de partido dispuesto a destacar y triunfar. Era ganador como manda el escudo del Pavía. Janto está en el Tanatorio Portocarrero y la misa está fijada para este domingo a las 10 en la capilla y luego será incinerado.
Un día triste para el fútbol almeriense
Recuerdo cuando fue a probar por el Real Madrid en la etapa de su plenitud y se vino de vuelta porque Janto jugaba para divertirse y no para ganar dinero. Era lo que se decía antes un futbolista aficionado que llamaba la atención por tener una calidad por encima de la media en aquellos campos de tierra donde había pocos espacios para la gloria. Junto a Jeromo era capaz de armar el taco por los campos y así pasó su vida de arlequinado. Lo recuerdan con infinito cariño los clubes de la provincia de Almería porque el Pavía siempre ha si una entidad valorada y respetada.
Los niños de Pavía seguirán compitiendo por los campos y habrá recuerdos en el Tito Pedro porque uno de sus compañeros de generación, José Antonio Carreño, ahora dirige la gran escuela arlequinada. Imposible explicar a los que empiezan el legado de aquellos hombres del Pavía de Nono cuando el techo competitivo de la provincia no llegaba a la categoría nacional y gracias a una generación inolvidable, liderada por Janto, cada verano se luchaba por conseguirla, hasta que nacía el Polideportivo Almería contra el que jugó el equipo arlequinado la temporada 1983-84.
Aquellos partidos del Seminario
El Pavía nacía sin campo y competía desde su creación en el viejo Estadio de La Falange y hasta finales de los 70 no tuvo prestado el viejo recinto del Seminario que fue la expansión en los tiempos de Joaquín García Vaquero, Tito Pedro y el imcombustible Blas que lo era todo en el club. Los domingos por la mañana empezaba el carrusel de partidos y a las 12 del mediodía saltaba al campo el Pavía para disputar aquellas batallas de la Regional Preferente contra los equipos de los pueblos almerienses. Tuvo que compartir instalación con el San Antonio hasta la desaparición del equipo amarillo y luego fue la casa del Pavía distante de la plaza donde nació.
No quiso salir de Almería
Su carrera comenzaba en el Barrio de Pescadería defendiendo los colores del Valdivia y fue el Real Madrid en su etapa juvenil el que apostó por Janto para llevarlo a su ciudad deportiva para hacer una prueba. La directiva del modesto club se las prometía muy felices pero tras superar la prueba a Janto no le convencía la vida en la capital y optó por volver a casa y fichar por el Pavía. No terminada su aventura en Madrid le llegó la llamada de Santiago Errazquín para que viajara a Valencia para probar por el equipo Che. La respuesta que recibía el que fuera primer entrenador de la AD Almería y también del Pavía fue que “no estaba dispuesto a salir de Almería”. Y volvía a cerrar la puerta del éxito.
La mano experta de Nono en el banquillo
Nunca se supo si era extremo derecho o interior. Valía para todo y en sus inicios en el Valdivia llamó la atención de los técnicos del Pavía que se lo llevaron para el primer equipo siendo todavía juvenil. Janto encaraba y desbordaba. Geromo era su pareja de baile por los campos de tierra donde le hacían entradas ahora no permitidas y se escapaba de todas. Su valentía le hacía aguantar mecha de las aficiones rivales que lo veían como un peligro si lo dejaban competir a sus anchas. Tuvo que ser Nono el que le diera sentido a su fútbol y lo acoplara en una generación que pasará a la historia donde iban creciendo hornadas de futbolistas desde las bases. Con Nono también se saltaba el guion de partido y campaba a sus anchas. Daba centros medidos y cuando llegaba a la línea de fondo buscaba a Jeromo para que rematara la faena. Se ha ido al cielo sin que nadie tenga claro si era mejor extremo que interior. Eso ya no importa. Ahora toca disfrutarlo en nuestros corazones.
Tony Fernández
Redactor de Deportes de SER Almería. Llegó a...Redactor de Deportes de SER Almería. Llegó a la SER en 1996. Antes, en RNE. Más de 40 años de experiencia en la radio.