Carmen Vargas, nueva rectora de la Universidad de Sevilla: "Me gustaría empezar un plan de choque para la simplificación administrativa de la universidad"

Sevilla

La Universidad de Sevilla estará dirigida por una mujer después de 520 años de historia. Carmen Vargas, rectora, elegida este pasado 10 de noviembre con casi el 51% de los votos. Aunque tarde, esto sí que es romper el techo de cristal, ¿no?

- Efectivamente, yo creo que ya era hora de que una universidad tan grande como la de Sevilla tuviese. Una rectora. Yo espero que la gente me haya elegido no solo por ser mujer, evidentemente, sino porque haya pues depositado su confianza en mí por mi capacidad.

- Usted era vicerrectora y, por tanto, tenía experiencia en la gestión. ¿Qué diría que ha convencido a alumnos y docentes para apoyar su lista en la segunda ronda de estas elecciones que se han celebrado en la Universidad de Sevilla?

- Yo creo que han depositado su confianza en mí por varias razones. En primer lugar, porque me conocen, yo soy una persona que tiene una amplia experiencia en gestión. He pasado por diferentes vicerrectorados y eso pues me ha dado la oportunidad de conocer a muchas personas de la comunidad universitaria. A profesorado, a personal técnico de gestión, administración y servicios y también a estudiantado. Y eso también me ha hecho, pues poder proponer un programa que yo pienso que es muy ambicioso, por un lado, pero también muy realista, por otro, y está lleno de medidas concretas. Y eso también yo creo que ha influido mucho.

- Y de esas medidas, señora Vargas, ¿cuál sería su prioridad? ¿Qué medidas va a implantar de manera inmediata?

- Con carácter general, a mí me gustaría empezar un plan de choque para la simplificación administrativa de la universidad. Tenemos una administración lenta, poco ágil y necesitamos disminuir la burocracia. Después, con respecto al profesorado y a nuestros profesionales técnicos de gestión y de administración y servicio, creo que lo más importante para ellos es promocionar, proporcionarle su estabilidad, su estabilidad profesional, sobre todo en los niveles de inicio más bajos. Me estoy refiriendo, por ejemplo, al personal, el docente, investigador laboral, al personal postdoctoral y a las personas que están en situación de interinidad en el caso del PTGAS. Y para los también, que no se me olvide, para el PTGAS una de las cuestiones que con más urgencia queremos implantar es el teletrabajo. Y para los estudiantes tenemos que empezar a trabajar en las nuevas normativas de evaluación para implantar la evaluación continua y la compensatoria. Y poner en marcha un sistema de becas más competitivo que ayude a nuestros estudiantes a sentirse amparados por su universidad.

- Rectora, su mandato para los próximos 6 años es improrrogable según los nuevos estatutos de la universidad. Usted ya ha dicho que quiere incrementar la la autofinanciación de la universidad, ¿cómo lo piensa llevar a cabo?

- Así es, la autofinanciación implica generar recursos externos para la Universidad de Sevilla, y ahí tenemos una serie de medidas que van desde la colaboración pública o privada, sacar más rendimiento a los recursos propios que tenemos, como el centro de formación permanente, pero desde luego, la medida más importante que queremos implantar es crear una nueva oficina que se llama de captación de fondos estratégicos institucionales, que va a estar formada por personal técnico de la Universidad de Sevilla y que va a dedicarse a solicitar proyectos para financiar, digamos, los grandes objetivos que necesitan dinero en nuestra universidad, que son las infraestructuras, la sostenibilidad y la digitalización. Eso nos va a llevar a poder hacer una inversión que pensamos que al final va a convertirse en un ahorro para nuestra universidad: para ahorrar, hay primero que invertir.

- ¿Y le preocupa a usted la financiación de las universidades públicas, así como la proliferación de las privadas, sobre todo en los últimos años?

- Claro que me preocupa la financiación de las universidades públicas. La universidad pública de España está infrafinanciada, eso no lo digo yo, eso lo dicen los datos y cifras que están públicamente disponibles como los de la OCDE o como los de la Fundación Feide. En general, España recibe por estudiante universitario y por año mucho, mucho menor, una menor cuantía que otras universidades europeas. Por tanto, tenemos que reivindicar alto y claro al gobierno central, el 1% del PIB debe dedicarse a las universidades públicas, según establece la ley de universidades. Y a nuestra comunidad autónoma, que cumpla el modelo de financiación que se ha comprometido a ello y las universidades públicas lo están lo están esperando.

Así que, claro que sí que me preocupa, me preocupa muchísimo más la financiación que las universidades privadas. Para mí el tema de las privadas es más un tema de calidad que el hecho de que sean privadas o públicas. Ya lo he dicho muchas veces cuando se me ha preguntado: existen universidades privadas en España que llevan insertadas en el tejido universitario muchos años y están funcionando muy bien, están integradas en la conferencia de rectores españoles y no hay ningún problema. Lo que sí me preocupa es la calidad: me gustaría que los que nos gobiernan, los que nos autorizan las universidades o los títulos utilicen los mismos criterios, los mismos indicadores, independientemente de que una universidad se ha publicado para o sea privada, bien para autorizarla o bien para utilizar autorizar un título de esa universidad.