El autor del cartel de la Cabalgata de Reyes de Sevilla denuncia ciberacoso: "Lo hice como un regalo sincero a mi ciudad que, por desgracia, algunas personas han querido interpretar como un regalo envenenado"

Sevilla

El cartel de la Cabalgata del Ateneo de Sevilla de 2025 no ha dejado indiferente a nadie: desde que se presentara este pasado viernes, no ha parado el revuelo en redes sociales, donde muchos simpatizantes del Sevilla Fútbol Club han afeado que aparezca una camiseta del Real Betis Balompié en primer término, como uno de los regalos que reciben los niños protagonistas.

La obra, un óleo sobre lienzo que el autor, Fernando Vaquero, ha dedicado a su hija, con el título de 'La ilusión', que ha surgido con la intención de reflejar los "sueños hechos realidad" de su hija: "una camiseta de fútbol, una túnica, el muñeco que tanto deseabas... todo está ahí esperándote".

La presencia de una camiseta verdiblanca ha generado numerosas respuestas por parte de aficionados sevillistas y béticos en el mensaje publicado por parte del Ateneo de Sevilla, en el que muchos seguidores blanquirrojos han recriminado la inclusión de la camiseta e incluso han compartido versiones alternativas del cartel.

Denuncia de acoso cibernético

A través de su perfil en Facebook, Fernando Vaquero ha querido responder y denunciar la situación que está viviendo desde que se hizo pública su obra.

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"Ante el acoso cibernético, los insultos, las amenazas telefónicas de madrugada y otros tipos de bullying que estoy sufriendo, he decidido no hacer ningún tipo de declaración a ningún medio ni responder a ningún comentario en redes. En ningún momento se ha pretendido excluir a nadie ni dividir a nadie en esta obra . He querido plasmar simplemente como los niños en sus cartas de reyes piden entre otras cosas camisetas de fútbol y para representar esta idea he recurrido a un recuerdo de mi infancia en el que me regalaron una camiseta del Betis. También quiero aclarar algo que se está comentando: no he cobrado absolutamente nada por realizar el cartel. Lo hice como un regalo sincero a mi ciudad, un gesto de cariño que, por desgracia, algunas personas han querido interpretar como un regalo envenenado. Entiendo que una obra pueda ser criticada, pero lo que estoy sufriendo va mucho más allá: el ciberacoso agresivo, desproporcionado e intencionado de algunas personas está totalmente fuera de lugar".