Los promotores de la Torre del Puerto mantienen que el proyecto es estratégico para Málaga y reclaman que la tramitación administrativa avance sin injerencias políticas
La presentación se ha desarrollado sin presencia de autoridades políticas

Los promotores de la Torre del Puerto mantienen que el proyecto es estratégico para Málaga y reclaman que la tramitación administrativa avance sin injerencias políticas
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Málaga
La futura Torre del Puerto de Málaga, promovida por Grupo Inversor Hesperia (GIHSA) y el fondo catarí Al Alfia a través de la sociedad Andalusian Hospitality II, avanza en su fase administrativa tras casi una década de desarrollo técnico y tramitación. El expediente ha recibido el visto bueno de la Autoridad Portuaria de Málaga y ha sido remitido a Puertos del Estado, paso previo a su aprobación definitiva por el Consejo de Ministros.
El proyecto, en el que han trabajado 200 personas, plantea la construcción de una torre de 144 metros de altura, con 59 metros de fachada y 19 de flanco, que integrará un hotel de cinco estrellas Gran Lujo con 382 habitaciones, un centro de convenciones de 2.500 metros cuadrados, áreas deportivas, zonas comerciales y un basamento concebido como espacio ciudadano. La actuación incorpora también un paseo peatonal de 1.300 metros, con arboleda, sombras, jardines y miradores que conectarán La Farola con la plataforma del Morro.
En total, la intervención sumará 54.000 metros cuadrados a la ciudad. Los promotores subrayan que el 80% de la planta baja será de uso público, con plazas, patios, comercios y recorridos peatonales continuos. Defienden que el diseño responde a una idea central: “devolver el mar a la ciudad” y recuperar un área portuaria que hoy funciona como espacio logístico.
En este punto han sido explícitos: afirman que no es un proyecto especulativo, sino un proyecto estratégico, tanto por la transformación urbana que plantean como por su impacto económico. La actuación prevé mil empleos entre la construcción y la explotación del hotel y del centro de convenciones, además de la capacidad de atraer turismo congresual de alto nivel, reforzar la actividad cultural y comercial del entorno y consolidar el posicionamiento internacional de Málaga.
El CEO del Grupo Inversor Hesperia, Jordi Ferrer, ha detallado que el coste estimado asciende ya a 200 millones de euros, frente a los 100 millones iniciales. La mayor parte será inversión privada, aunque no descartan que algunos tramos del Paseo de Levante puedan optar a fondos europeos vinculados a sostenibilidad, algo todavía pendiente de concretar.
Preguntados por el interés general que debe justificar la autorización del Consejo de Ministros, responden que el proyecto retorna 54.000 metros cuadrados a la ciudad. Insisten en que no debe analizarse solo la torre, sino la transformación integral del entorno, desde los jardines hasta los nuevos espacios para el peatón.
En relación con los dos contenciosos administrativos, los promotores aseguran que no están preocupados, que el proyecto “cumple todas las fases administrativas” y que esperan una resolución en el medio plazo, aunque admiten que no controlan los tiempos judiciales.
Sobre los plazos de obra, calculan algo más de tres años, condicionados por la fase de cimentación y la construcción de los sótanos, que marcarán el ritmo de la estructura. La urbanización y la torre se ejecutarán como un único proyecto.
En cuanto a la contestación ciudadana, el equipo de arquitectura señala que es habitual en proyectos de esta escala. Explican que se implicaron porque consideran que la intervención puede mejorar la conexión entre Málaga y su frente marítimo. Sobre la cadena hotelera, Ferrer confirma negociaciones con tres grandes marcas internacionales de lujo, con un acuerdo avanzado que no pueden revelar por confidencialidad.
La torre queda fijada definitivamente en 144 metros. El plan especial permite hasta 150, pero los arquitectos defienden que esta altura responde a criterios de proporción y funcionamiento del edificio.
Ante las críticas por posibles cambios sustanciales respecto a versiones previas, Ferrer ha asegurado que no existen tres proyectos distintos, sino una única propuesta de Andalusian Hospitality, que ha ido tomando forma durante nueve años de tramitación y que ha cumplido todos los parámetros exigidos.
Sobre fechas, no manejan un calendario cerrado. El proyecto depende ahora del informe de Puertos del Estado, de la decisión del Consejo de Ministros y de la resolución de los recursos. Con un escenario favorable, sitúan la autorización en 2026 y la finalización de las obras alrededor de 2029.
La ausencia del arquitecto David Chipperfield se debe a motivos de agenda, explican. Sobre la relación con plataformas ciudadanas, aseguran que serán “transparentes” y que están dispuestos a mantener encuentros con cualquier colectivo.
La comparecencia ha terminado con más detalles sobre el centro de convenciones: 2.500 metros cuadrados, un espacio flexible y divisible, accesible desde el Patio del Agua, y concebido para acoger tanto actividades vinculadas al hotel como eventos públicos de la ciudad.

Ignacio San Martín
Periodista de Málaga especializado en tribunales y motor. Responsable de 'Autoradio', programa decano...




