Elogio del fontanero
Las prácticas poco edificantes de Leire Díez le han granjeado el apelativo de fontanera de Ferraz

La Columna de Carlos Rocha ( 19/11/25)
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Sevilla
¿A quien llama usted cuando se le estropea la lavadora y tiene el cesto de la ropa hasta arriba? Efectivamente: al fontanero. Aunque a veces la factura sea cara, un fontanero es alguien que, por lo general, soluciona problemas. Y en política también. O así era hasta hace no tanto.
Las prácticas poco edificantes de Leire Díez le han granjeado el apelativo de fontanera de Ferraz. Bien harían los fontaneros si lanzasen una campaña en defensa de la profesión. Tienen buenos ejemplos en los políticos que trabajaban entre bastidores para mantener a flote a sus partidos. O evitar que se hundan.
Luis Pizarro, el dirigente socialista de Alcalá de los Gazules, sería un buen ejemplo. Él fue el hombre en la sombra que mantuvo en calma al muy ruidoso PSOE de Andalucía en los años dorados de Manuel Chaves. Hay quien todavía le otorga la capacidad para resolver atascos en el no menos guerrillero PSOE de Cádiz. Griñán, que no fue precisamente fontanero, se inventó aquello de Cádiz Herzegovina para ilustrar la complejidad del socialismo gaditano.
El PP de Juanma Moreno ha sabido copiar las mejores virtudes de aquel PSOE andaluz y esta no es una excepción. El malagueño llegó a San Telmo y lo primero que hizo fue darle la caja de herramientas a su amigo Elías Bendodo. Mientras el presidente forjaba esa imagen suya de yerno perfecto, su mano derecha fue quien se llenó las manos de grasa.
Sus credenciales fueron tan buenas que Núñez Feijóo lo fichó, pero la victoria pírrica del 23-J no le ha permitido utilizar sus dotes de fontanería. Para reemplazarlo el PP andaluz tiene una troupe de hombres con mono azul y todos se llaman Antonio. Sanz es el desatascador del Gobierno, Martín saca la radial en el Parlamento cuando hace falta y Repullo se ha especializado en soldar a un partido que no siempre tuvo éxito con la fontanería. Si no, que pregunten en Almería.
Los partidos llevan años peleándose por el mejor spin doctor, pero muchas veces lo que necesitan es a un fontanero. Si no, que se lo digan a María Jesús Montero, que tiene por delante la ingente labor de hacer que fluya la movilización entre los alicaídos votantes socialistas. Algo similar le pasa a Moreno, que empieza a tener vías de agua a pesar de los antonios. Quizás necesitaría la fontanería fina de su contrincante: No hay que olvidar que Montero fue consejera de Salud y sabe dónde están todas las tuberías del SAS

Carlos Rocha
Colaborador de La Ventana Andalucía.




