La familia de una paciente fallecida en Marbella reclama al SAS por la demora en autorizar un fármaco vital

Málaga

La Asociación El Defensor del Paciente ha presentado una reclamación patrimonial contra el Servicio Andaluz de Salud por la muerte de una mujer de 65 años en Marbella que, según su familia, no ha podido acceder a un antiagregante esencial mientras esperaba la autorización del visado que permite la dispensación en farmacia. La demanda, firmada por el abogado Damián Vázquez, especialista en derecho sanitario y colaborador jurídico de la asociación, reclama cerca de 200.000 euros por una supuesta negligencia derivada de esa demora.

La paciente había sido intervenida en abril tras sufrir un problema coronario que requirió la colocación de varios stents en el Hospital Costa del Sol de Marbella. Los cardiólogos le habían prescrito un tratamiento antiagregante de obligado cumplimiento diario, en concreto Ticagrelor, que se considera imprescindible en los primeros días tras la intervención para evitar complicaciones graves. El alta hospitalaria coincidió con los días festivos de Semana Santa y, según el relato de la familia, el servicio de farmacia del centro no le proporcionó medicación para cubrir ese periodo, pese a que los facultativos habían insistido en la importancia del tratamiento.

Tras el alta, la mujer acudió a distintas farmacias para obtener el fármaco, pero se encontró con la misma respuesta en cada visita: el medicamento seguía pendiente de visado y no podía dispensarse. El abogado explica que esta situación se ha prolongado durante tres días consecutivos y que la paciente llegó a solicitar un justificante en el que quedaba reflejado que el visado no había sido autorizado, con la intención de presentar una reclamación en el hospital.

El 21 de abril la mujer tomó un autobús para desplazarse al centro sanitario y formalizar la queja. Durante el trayecto sufrió un infarto. Los servicios de emergencias la trasladaron al Hospital Costa del Sol, donde falleció poco después. Ese mismo día, según señala el letrado, el visado del Ticagrelor se autorizó “cinco horas después del fallecimiento”, lo que, en su opinión, demuestra que la paciente no tuvo acceso a un tratamiento ya prescrito y considerado vital por los especialistas.

Vázquez sostiene que nos encontramos ante “un fallecimiento por una demora de más de tres días en autorizar un visado de un medicamento que el propio hospital había ordenado de forma perentoria” y critica que esta situación se haya producido por “unos protocolos ineficaces que ponen en riesgo la salud de los pacientes”. La familia respalda esa valoración y subraya que la paciente había intentado obtener el fármaco en varias ocasiones sin que nadie le ofreciera una alternativa temporal o una solución durante los días festivos.

La reclamación presentada ante el SAS exige que se revisen los procedimientos de visado para evitar retrasos en casos de medicación considerada de urgencia vital, especialmente en pacientes recién intervenidos. La Asociación El Defensor del Paciente considera que la muerte podía haberse evitado y pide responsabilidades por lo ocurrido.