Gustavo Pérez (AUGC): "Contener la criminalidad será difícil si no aumenta la plantilla de la Guardia Civil en Córdoba"

Córdoba

Tras las elecciones al Consejo de la Guardia Civil celebradas en octubre de 2025, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha recuperado la posición mayoritaria que le fue arrebatada por JUCIL en los anteriores comicios. Esta última organización, que en los últimos cuatro años había liderado las negociaciones con el Ministerio del Interior acudía a las urnas lastrada por la investigación acerca de supuesto desfalco de fondos por parte de su líder a nivel nacional.

Con todo, la dirección nacional de la AUGC se marca como objetivos inmediatos la equiparación salarial, el reconocimiento como profesión de riesgo, la erradicación de los dobletes en turnos y la consecución de medidas que favorezcan la conciliación familiar de los Guardias Civiles. Demandas que en Córdoba seguirá abandonando Gustavo Pérez, secretario general en la provincia, unidas a las que supone una provincia que define como "tradicionalmente maltratada" en el reparto anual de efectivos.

¿Cómo ha recibido la recuperación del liderato respecto a la representación de sus compañeros en la negociación directa con la Dirección General de la Guardia Civil?

El populismo tiene algo: se infla y se desinfla; y esto ha ocurrido con otra asociación. En AUGC llevamos más de 30 años defendiendo los derechos de los guardias civiles y creo que esa experiencia y el trabajo que venimos realizando han sido clave en la recuperación de confianza por parte de los compañeros.

Hemos conseguido más de 10.000 votos en estas elecciones. Un buen resultado que nos permite conseguir cinco vocales y recuperar la hegemonía en el Consejo de la Guardia Civil. Es algo importante para nosotros, pero tenemos que ser críticos con la Dirección General, pues en ningún momento ha hecho ningún tipo de promoción respecto al proceso electoral que se ha vivido entre las asociaciones profesionales de la Benemérita. Es un proceso importante y, lamentablemente, hemos asistido a una absoluta despreocupación institucional cuando en el día a día vemos que los perfiles en redes sociales de la Guardia Civil hacen publicaciones de asuntos menos relevantes.

El dato de participación, no obstante, ha sido bajo: un 37 % del Instituto Armado se ha volcado en este proceso...

Es cierto. Por eso llevamos insistiendo desde hace tempo en que se pueda votar desde cualquier ordenador que pertenezca a la Guardia Civil mediante identificación con tarjeta profesional, porque así se aumentaría la participación de los compañeros y las compañeras. No tiene sentido que haya efectivos que tengan que desplazarse 60 kilómetros hasta un punto de votación cuando podría desplegarse un sistema telemático con garantías de seguridad. Sin embargo, siempre se nos ha denegado esta opción.

¿Es cada vez más complicado conseguir la afiliación de compañeros a asociaciones profesionales de la Guardia Civil?

Bueno, afiliación sí hay, pero lo que cuesta trabajo realmente es que la gente joven se incorpore a las juntas directivas provinciales de las asociaciones. Por desgracia no somos sindicatos, que tienen otra serie de derechos asociados. Esto hace que sea menos atractivo porque esta actividad requiere mucho trabajo en tu tiempo libre.

Parte de ese trabajo pasa por la reivindicación pública. Y algunas de las peticiones que vienen ustedes norealizando se repiten año tras año. Principalmente: la falta de personal en la provincia de Córdoba. ¿Cuál es el último balance que realizan en materia de Recursos Humanos?

Tenemos datos muy recientes: la provisión de vacantes se publicó la semana pasada y solo hay 20 para Córdoba, de la cuales apenas hay diez para Seguridad Ciudadana, la columna vertebral de la Guardia Civil y la seguridad de nuestros pueblos. Por zonas: contamos con cinco vacantes para Puente Genil, dos en Villa del Río, una en Palma del Río y dos en Peñarroya. Es absolutamente insuficiente.

No tiene sentido que haya siete compañeros en comisión de servicio en Puente Genil y ahora, en la provisión de vacantes, solo hayan salido 5 plazas para ese destino, donde hay problemas de seguridad

—  Gustavo Pérez, secretario provincial AUGC en Córdoba

El ciudadano quiere ver patrullas en su municipio, pero la provincia de Córdoba es sistemáticamente maltratada y pareciera que a todo el mundo le da igual. En esta ocasión somos la cuarta provincia del país con menos vacantes. Desde jefatura nos dicen que hay aproximadamente unas 160 vacantes sin cubrir y han salido solo diez.

Creemos además que el catálogo de puestos de trabajo de la Comandancia de Córdoba ya no está adaptado a los tiempos actuales, tiene que ampliarse y actualizarse. Nuestros números hablan de que harían falta unos 500 efectivos más en nuestra provincia.

¿Se suple esa falta de efectivos con el trabajo de guardias civiles en prácticas?

No exactamente. Vienen bien porque refuerzan las unidades pero no nos gusta que se utilicen como un parche. De hecho, la actuación de un guardia en prácticas siempre tiene que ser supervisada por un guardia profesional. Y eso también implica un esfuerzo extra para la plantilla.

Estamos en un contexto en que determinadas formas de criminalidad están aumentando y nos vemos permanentemente sobrepasados de trabajo.

Pese a las carencias que comenta, los datos oficiales hablan de una tasa de esclarecimiento de hechos delictivos denunciados ante la Guardia Civil de Córdoba de un 50 %. Y el último mes ha sido muy notorio, con cuatro macrooperaciones contra el narcotráfico...

Los compañeros están haciendo un trabajo excepcional por el que hay que felicitarles. Con todas las carencias que podamos comentar aquí, eso no quita que estemos siempre al pie del cañón intentando resolver los problemas de la ciudadanía con la mayor diligencia posible.

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Se viene alertando de que las organizaciones criminales, especialmente las del narcotráfico, son cada vez más violentas. Esto pone sobre la mesa otra de las reivindicaciones históricas de sindicatos y organizaciones profesionales policiales: el reconocimiento de su actividad como 'profesión de riesgo'. ¿En qué estado se encuentra esa negociación con Interior?

Está todo parado, en un cajón. Hoy he escuchado al ministro [Fernando Grande-Marlaska] elogiar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, pero seguimos sin ser reconocidos como profesión de riesgo, pese a que hay resoluciones de la Eurocámara que ya alertan a España sobre la importancia de concedernos esa distinción.

Es que además hay otros cuerpos policiales, como los Mossos d'Esquadra o la Ertzaintza de Escuadra, que ya son profesión de riesgo. El trabajo es el mismo, así que no entendemos la distinción.

La AUGC de Córdoba ha denunciado también carencias en cuanto a material operativo y de intervención. ¿Ha mejorado la situación?

Hay mucho margen de mejora, aunque por ejemplo en cuestiones como los chalecos antibalas se ha avanzado algo. Eso sí, con los guardias civiles en prácticas encontramos la circunstancia de que, pese a tener chaleco, no todos lo tienen de su talla. ¿Qué hace un compañero si tiene la talla M con un chaleco antibalas de la talla L? Es inefectivo e incómodo.

Hay guardias civiles en prácticas con chalecos antibalas que no son de su talla y tenemos vehículos con los rotativos estropeados

—  Gustavo Pérez (AUGC Córdoba)

Hemos preguntado en jefatura y sabemos que el asunto se ha elevado a instancias superiores, pero por el momento seguimos sin solución.

En cuanto a vehículos, seguimos con coches que tienen más de 300.000 kilómetros. En algunos incluso no funcionan los rotativos que los distinguen como un vehículo policial. Aquí seguimos apostando porque la Guardia Civil adopte un modelo de renting de vehículos, porque sería más práctico.

¿Se siguen produciendo cortes de suministro de electricidad frecuentes en las instalaciones de la Comandancia de Córdoba por la antigüedad de la instalación?

La Dirección General de la Guardia Civil tiene ya un presupuesto consignado para solucionarlo, pero por el momento todo sigue igual. No solo afecta a dependencias policiales, sino que los compañeros lo sufren también en sus viviendas y en su poder adquisitivo, porque si se va la luz y se estropean electrodomésticos tienen que hacer frente a un gasto extra. Lo cierto es que este asunto tendría que ser una prioridad.

¿Hay puestos en la provincia todavía con condiciones muy precarias?

Un ejemplo muy grave sería el puesto de La Carlota, donde las compañeras tienen que cambiarse de ropa en un archivo porque no tienen vestuario. No damos crédito porque es una situación que venimos denunciando durante años y parece que no se va a ofrecer una solución hasta que se termine el nuevo cuartel.

Otro caso significativo es, por ejemplo, las sillas que tenemos en el puesto principal de Palma del Río. Tienen las ruedas rotas y no disponen de reposabrazos. Es decir, que contravienen la Prevención de Riesgos Laborales. Al respecto hemos hecho escritos, lo hemos denunciado en redes sociales también y no se ofrece solución. Entendemos que hay situaciones cuya resolución es compleja, pero no consideramos que sustituir unas sillas donde los efectivos pasan horas sea una de ellas.