Butra cambia el gol por la pizarra en la Escuela EDA

Almería

Ver a Butra por los campos de Almería siempre es saludable. Uno de tantos futbolistas que cambio de acera con toda naturalidad defendiendo la rojiblanca con distinto pantalón. Su calidad daba para mucho más, pero su carrera fue en la provincia y como era feliz optó por no cambiar. Se pegaba la pelota a la bota y a regatear a todo el que le saliera al paso. Si le metías la pierna era penalti. Ponía mucho de su parte para ello y nadie tuvo queja de su etapa profesional, en la que no ganó ni la mitad del dinero que valía, pero Butra es así. Empezaba a jugar a fútbol sala y es de los pocos que habla con orgullo de su primer equipo: el Automáticos A y B.

Escuchar en el Carrusel Deportivo de la Cadena SER que Butra dirige al equipo senior de la Escuela EDA hizo disparar el teléfono móvil de Rafa Góngora. Por él y por su hijo, que compite con papá con todo lo que ello acarrea. Tranquilos, que se llevan bien, porque es imposible discutir con Butra salvo que sea por un penalti que no le pitaba el árbitro. Siempre con una sonrisa, porque se las sabe todas ya que su carrera sin haber ganado la Champions ha dado para mucho y habla en latín de fútbol. Está en la Escuela EDA porque se identifica con sus valores y como hacía de jugador: mejor estar feliz que bien pagado a disgusto.

Los valores de una gran Escuela

Como en la Universidad, cada verano se entregan los diplomas en la Plaza de Toros y Butra hace años que colgó en casa su orla de futbolista para pasar a los banquillos. Lleva cuatro años en el cargo y está en la gloria: “Desde que me incorporé a la Escuela EDA no me he movido de aquí porque me identifico con sus valores tanto personales como deportivos (todos juegan y todos valen) y donde desarrollan sus conocimientos adquiridos a lo largo de su extensa historia, yo aporto mi granito de arena”, comenta un Butra feliz al que le gusta ganar los partidos y se marcha a casa dolido con la derrota, pero sin la presión del fútbol profesional.

Empezaba su etapa de entrenador en la Escuela TAE de José María Salmerón y luego firmaba por el Pavía, Los Molinos y Roquetas. Fue aterrizar en la EDA y se ha quedado para tiempo, ya que tiene a su cargo a una plantilla de buenos futbolistas a los que transmite lo que el fútbol le enseñó. Para los padres tener a Butra en el banquillo es la mejor noticia y para su hijo tener a papá en el banquillo todo un reto porque duermen y sueñan bajo el mismo techo con dar brillo a un mismo escudo. Ha ganado mucho a lo largo de su carrera y era un ‘9’ de categoría sin ser el famoso tanque. Valía para todo en ataque y verlo llegar al área era peligro para sus rivales.

Las clases para los mejores alumnos

Alejandro Torres Sánchez ha cargado con la enorme responsabilidad de ser Butra como su padre. Empezaba a jugar en Los Molinos para saltar en benjamines al Pavía del que salía siendo ya juvenil. El pasado verano firmaba con la Escuela EDA aceptando el reto de tener a su padre de entrenador. Se da eso de tal palo, ya que Álex es un jugador rápido con buen desborde y buena visión de juego, características necesarias para triunfar en la difícil mundo de fútbol, donde no todos llegan. Además compaginando con los estudios de TECO módulo que se dedica a enseñar el deporte.

Se aplica en tener conocimientos necesarios para ser un buen profesor e impartir enseñanzas el día de mañana. El tiempo no lo pierde, aprendiendo a jugar al fútbol y estudiando un módulo del deporte para el día que deje de competir pueda enseñar, con los conocimientos suficientes que está adquiriendo. Tiene solo 19 años y compite con futbolistas ya formados y con mayor experiencia, algo que según su padre le viene de perlas para conocer mejor los gajes del oficio. El vestuario está sano y puede dar fe de ello Butra II porque su padre nunca ha dejado de ser un futbolista y piensa como ellos en cada sesión de entrenamiento y en cada partido.

La orla de un gran futbolista almeriense

José Torres Pardo más conocido por Butra nació en Almería en el paraje del Diezmo en el barrio de Los Molinos un 21 de noviembre de 1977. Empezó jugando al fútbol sala en el Automáticos A y B. En alevines pasó al Oriente donde permaneció hasta cumplir los 18 años en categoría juvenil temporada 1995-96. En senior con 19 años campaña 1996-97 firmo con el San Isidro en Tercera División donde permaneció hasta la temporada 1998-99. La 1999-2000 firmó en el Almería Club de Fútbol deTercera División. A la campaña siguiente cambiaba de acera y firmaba con el Poli Almería en Segunda División B.

Butra, no tenía reparo a la hora de cambiar de pantalón y la 2001-02 ya con la Unión Deportiva Almería en marcha y firma con el filial y disputa la fase de ascenso a Tercera. Estuvo con el filial hasta el año 2004. El Roquetas le llamó para buscar el ascenso a la categoría de bronce y jugaba con ellos la temporada 2003-04. Al año siguiente le firma el Comarca de Níjar y luego el Adra de Primera Andaluza con el que asciende a Tercera. Vuelta al Comarca dos temporadas, San Isidro y Los Molinos con el que compite dos campañas y pasa al fútbol veterano donde dejaba su huella.