Debate con sombras
La opinión de Ángela Cañal sobre el debate del Estado de la Comunidad
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Sevilla
Mañana arranca en el Parlamento de Andalucía el Debate sobre el Estado de la Comunidad, una cita que el Gobierno de Juan Manuel Moreno afronta en condiciones muy distintas a las de hace un año.
El contexto ha cambiado. Entonces el Ejecutivo gozaba de mayor tranquilidad; hoy hay tres factores que alteran el escenario.
Uno: la crisis de los cribados de cáncer de mama, que ha provocado una fuerte sacudida política y social.
Dos: el caso de corrupción en Almería, con detenciones de altos cargos del PP por supuestas mordidas en la compra de mascarillas durante la pandemia.
Y tres: las elecciones autonómicas de 2026 están ya en el horizonte. Aunque se especuló con un adelanto, todo apunta a que la legislatura se agotará hasta junio.
¿Qué estrategia tiene el Gobierno andaluz? Juan Manuel Moreno intenta proyectar dos mensajes que ya le funcionaron en la anterior campaña, en la que sacó mayoría absoluta: promesa de estabilidad y freno a Vox.
El debate servirá para hacer balance, pero también para lanzar nuevas promesas orientadas a un votante de clase media. Toca defender logros, pero también asumir que la confianza está más desgastada.
La oposición llega con más munición: fallos sanitarios y sospechas de corrupción. Pero lo hace con una candidata socialista, María Jesús Montero, que no está en el Parlamento y cuyo liderazgo aún no despega.
De hecho, el PP mira más a su derecha que a su izquierda. Vox sube en las encuestas y erosiona el discurso del PP en seguridad, inmigración y agenda verde: hoy es su principal rival.
Y de fondo, el debate sobre la financiación autonómica, que se negocia muy lejos de Andalucía pero que nos afecta de lleno.
El nuevo escenario genera muchas dudas: ¿podría beneficiarse Andalucía de una redistribución más favorable? ¿Llegarán los famosos 4.000 millones más? ¿O bien volveremos a quedar rezagados por un modelo diseñado a la medida de Cataluña?
Sin duda estará en el debate de mañana, con el presidente envuelto en la bandera andaluza, una estrategia política que aquí siempre ha sido muy rentable.
