Sánchez Mejías y la memoria selectiva
Firma de Fernando Lara, director de Cultura de la UCO 26/11

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En un empeño que recuerda al gesto de Stalin haciendo desaparecer de las fotografías a quienes le incomodaban, nuestro Ministerio de Cultura también se ha lanzado a cambiar la foto y a reescribir la historia. Borrar a Ignacio Sánchez Mejías de la celebración de la Generación del 27 solo puede entenderse como una operación quirúrgica de memoria: si una figura molesta al relato oficial, se aprieta el bisturí y se la extirpa del cartel.
Para el ministro, parece pesar más que Sánchez Mejías fuese torero que el resto de sus facetas: no cuentan sus dramas literarios o su poesía, ni su papel de mecenas, ni el hecho de haber sido anfitrión de los miembros de aquel selecto grupo intelectual y creativo al que pertenecía. ¿Se habrá planteado el ministro borrar también a Alberti por vestirse toreramente de salmón/naranja y azabache para ser banderillero por un día en la cuadrilla, precisamente, de Sánchez Mejías, aquel día en Pontevedra, en 1927?
Por omisión deliberada se elimina al impulsor del homenaje a Góngora, al organizador que pagó billetes y celebró la reunión fundacional reuniendo poetas a la orilla de la cultura y del Guadalquivir. ¿Lorca le dedicó un llanto universal y Alberti un libro de poemas? No importa: era torero, y además presidente del Betis.
Córdoba, la ciudad que Sánchez Mejías consideraba refugio y patria de toreros, donde cultivó amistades, triunfos y cultura y que lo vio torear en los Tejares, contempla hoy cómo el ministro de Cultura lo borra con una goma de falsa modernidad. Resulta ofensivo que la institucionalidad que celebra ahora la memoria del 27 asuma la tarea de un censor y no la de un historiador: no es olvido, sino una censura cultural tan tosca como ideológica.
Conviene recordarlo: la Generación del 27 en Andalucía y el homenaje a Góngora existieron porque un torero —catalizador, mecenas, dramaturgo y poeta— puso en marcha el acto y reunió el talento en torno a Córdoba y Sevilla, no porque lo aprobaran los ministerios. Y por mucho que se insista en borrar su memoria, la literatura y Córdoba seguirán recitando el “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías”.

Fernando Lara
Director general de Cultura de la Universidad de Córdoba.




