Una chef malagueña convierte la algarroba en un producto de alta cocina: "Es nuestro cacao"

"Es el cacao malagueño" I Jiménez Luque, chef
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Málaga
Inmaculada Jiménez Luque (50 años) técnica superior en dirección de cocina, "y ferviente defensora de los productos de cercanía, entre ellos, la algarroba, fuente de fibra y de calcio, y sustituta del cacao por su bajo contenido en grasas. Un producto tan humilde, con un sabor tan sorprendente, capaz de transformar un plato en una experiencia diez" explica en SER Málaga.
Un fruto con el que "rindo homenaje a la localidad malagueña de Pizarra y a sus mayores que, en época de posguerra y carestía, consumían la algarroba medicinal y culinariamente, además de usarla como comida para el ganado" apunta desde este municipio del Valle del Guadalhorce.

Plato elaborado con algarrobas / Inmaculada Jiménez

Plato elaborado con algarrobas / Inmaculada Jiménez
Con su receta 'Diecinueve'- en referencia a los diecinueve pueblos que conforman la DOP Aceituna Aloreña- ha logrado recientemente el segundo premio del VI Concurso Gastronómico ‘La Aloreña de Málaga en la mesa’.
Y en ella "elaboro albóndigas de aceitunas con boquerones, fusionado con gazpachuelo y con un paté de aceitunas aloreñas verdes, con ajos y pimientos rojos, previamente ahumadas con el hueso de la aceituna, y decorado todo con flores silvestres que nacen a los pies de los olivos".

El algarrobo mediterráneo, ceratonia siliqua, produce unas vainas de unos 15 cm de longitud, de color verde y pardas cuando ya están maduras. La vaina tiene un sabor dulce muy agradable. Molida sin semillas se consigue la algarrobina, usada en la alimentación humana y como composición de pienso para animales / Inmaculada Jiménez

El algarrobo mediterráneo, ceratonia siliqua, produce unas vainas de unos 15 cm de longitud, de color verde y pardas cuando ya están maduras. La vaina tiene un sabor dulce muy agradable. Molida sin semillas se consigue la algarrobina, usada en la alimentación humana y como composición de pienso para animales / Inmaculada Jiménez
Cocinera "por afición desde los ocho años, y por profesión a partir de los 40. A esa edad (nunca es tarde) decido desarrollar mi vocación. Tras superar dos cursos en la escuela de hostelería de La Consula, consigo graduarme en IES Rosaleda, donde soy premiada en la tercera edición de La Rosaleda Fusión con otro tributo a mi municipio natal. Lo bauticé 'golosina pizarreña', y en este bizcocho vuelvo a usar la algarroba como ingrediente básico".
Unos estudios que compagina con trabajo en "grandes cocinas, como la dirigida por Simón Padilla en en Marbella Club y en varios restaurantes con estrellas Michelín o Soles Repsol como El Lago (Marbella), Azurmendi (Bilbao), A Tafona (Galicia) La Cosmopolita (Málaga) o Chapter One de Dublín".
"Me gustan las cocinas guerreras, admiro profundamente a los profesionales que las transforman en grandes equipos humanos, y les agradezco la oportunidad que me han brindado" destaca, tras avanzar que sigue "investigando en las posibilidades culinarias de productos tan humildes como la algarroba" y formándome "para algún día poder enseñar lo que he aprendido".

Plato elaborado con harina de algarrobas / Inmaculada Jiménez

Plato elaborado con harina de algarrobas / Inmaculada Jiménez
Ingredientes:
150 grs de harina de algarrobas.
50 grs harina de almendras.
9 huevos.
150 grs azúcar.
17 grs de licor de almendras.
16 grs de impulsor.
Elaboración:
Blanquear huevos con el azúcar y una pizca de sal en escamas hasta triplicar tamaño.
Incorporar el licor y el impulsor.
Añadir las harinas con movimientos envolventes.
Hornear a 150 grados por 15 minutos.
En este caso tiene una crema de higos de la reina, solo hay que turbonar los higos y una pizca de sal en escamas.
En caso de no ser temporada, puedes utilizar higos secos, 500grs de higos y 250 grs de agua, una pizca de sal y 20 grs de vinagre de manzana se turbina y lista la crema.




