La situación de Castañeda, explicada por Juanma Rodríguez

Málaga

El director deportivo del Unicaja, Juanma Rodríguez, ofreció este martes una extensa explicación sobre la situación de Castañeda, cuya falta de adaptación al equipo está llevando al club a valorar posibles movimientos en el mercado. Rodríguez insistió en que la actitud del jugador es intachable, pero reconoció que, pese a todos los esfuerzos, el rendimiento no ha alcanzado el nivel esperado.

“A pesar de que su actitud es impresionante y cómo trabaja cada día, por unas cosas o por otras las cosas no están saliendo”, afirmó. Ante este escenario, el director deportivo aseguró que el club debe “estar pendiente del mercado por si aparece alguien que pueda mejorar la situación”.

Una planificación condicionada por las ventanas FIBA

Rodríguez explicó que el contexto actual obliga a extremar la vigilancia. Unicaja tendrá ocho jugadores disputando partidos de selecciones en esta ventana FIBA, incluidos dos bases, lo que incrementa la incertidumbre. “Vamos a estar con los dedos cruzados porque empiezan los partidos de selecciones. Tenemos que esperar a ver cómo llegan todos y en función de eso tomaremos decisiones”, señaló.

A esta tensión se suma —recordó— la reciente lesión de Sabier y la complejidad del mercado. El fichaje de Augustine Rubit, que ocupa plaza de extranjero, reduce las opciones: “Ahora es más complejo encontrar un jugador español, europeo o americano con pasaporte, o incluso cotonou. Hay opciones, pero no son sencillas, porque no hay muchos jugadores con nivel suficiente para venir aquí y ayudarnos”.

El caso Castañeda, un encaje que nunca terminó de producirse

Rodríguez no ocultó que esta situación “sería la primera en cuatro años” en la que una salida prematura podría producirse. Aun así, insistió en que no existe una razón única para la falta de adaptación.

“Es un jugador muy querido dentro del equipo. En Zaragoza, sin jugar ni un minuto, celebraba cada canasta con una actitud fantástica. Pero muchas veces, aunque lo intente, las cosas no fluyen”, explicó. Para el director deportivo, su lesión en febrero con la selección de Bosnia marca un punto de inflexión: “Desde esa lesión no ha vuelto a ser el mismo jugador”.

Además, la exigencia de la Liga Endesa también juega su papel: “La ACB es una liga que no perdona. Es hipertáctica, durísima, y si no estás a un grandísimo nivel, se nota”.

Una decisión difícil, pero necesaria

Rodríguez reconoció que, a nivel emocional, se trata de una situación complicada tanto para el club como para el jugador. “No queremos perjudicar al chico. Trabaja bien, se esfuerza, sus compañeros lo aprecian… pero quizá su tamaño o su capacidad no encajan del todo en esta liga”.

El dirigente insistió en que tanto el cuerpo técnico como el propio Castañeda han intentado por todos los medios encontrar su espacio en el equipo. Sin embargo, la realidad deportiva es la que es: “Tenemos que buscar la solución para una situación que no funciona”.

El club seguirá evaluando la evolución del equipo tras las ventanas internacionales antes de tomar una decisión definitiva, siempre —recalcó Rodríguez— pensando en lo mejor para el jugador y para la estabilidad deportiva del Unicaja.