Más de 1.200 pruebas de medicina nuclear del Hospital Regional de Málaga, pendientes por falta de personal técnico según CSIF

Málaga

La sanidad pública andaluza vuelve a exhibir sus costuras en uno de los servicios más sensibles para el diagnóstico y seguimiento de enfermedades graves. La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), primera fuerza multiprofesional en el Servicio Andaluz de Salud (SAS), ha denunciado la situación “insostenible” que atraviesa la unidad de Medicina Nuclear del Hospital Regional, donde se acumulan más de 1.200 pruebas pendientes de realización por falta de personal técnico especializado. A esta cifra hay que sumar más de 200 citas sin mecanizar, es decir, pacientes que aún no tienen fecha asignada para pruebas determinantes en su tratamiento.

El servicio dispone de tres equipos Gammacámara-TAC y un PET-TAC, tecnología de alta complejidad que requiere personal altamente cualificado. Según los estándares, la unidad debería contar con una plantilla estructural de diez técnicos especialistas. Sin embargo, actualmente solo trabajan seis profesionales para cubrir turnos de mañana y tarde. Y ni siquiera esa cifra se mantiene estable: la falta de sustituciones por bajas, vacaciones o descansos hace que, de manera recurrente, falte personal. La semana pasada, durante varios días, apenas cuatro técnicos sostuvieron el servicio, una circunstancia que obligó a cerrar salas y anular citas, una práctica que se ha normalizado a lo largo del último año.

Las consecuencias no son meramente administrativas. Son clínicas y humanas. El 30% de la lista de espera corresponde a pruebas PET solicitadas con carácter preferente que permanecen pendientes desde principios de octubre. La mayoría de los pacientes son oncológicos y dependen de estas exploraciones para evaluar la respuesta a la quimioterapia, comprobar la evolución del tumor o decidir cambios en el tratamiento. La demora tiene impacto directo en sus opciones terapéuticas y en su pronóstico.

La unidad no solo atiende cáncer. También recibe derivaciones para estudios neurológicos —Alzheimer, Parkinson, demencias—, cardiológicos como infartos, y patología vascular, entre otros procesos de alta complejidad. En estos momentos, la espera media para una prueba PET ronda los tres meses, mientras que para una gammagrafía ósea o cerebral asciende hasta los siete, plazos que comprometen seriamente el derecho a una atención sanitaria en tiempo y forma.

CSIF también alerta del daño silencioso que sufre el personal. La presión asistencial, la sensación de abandono institucional y el incremento de las reclamaciones están pasando factura a la salud psicosocial de los trabajadores, que desempeñan su labor en condiciones de sobrecarga extrema. El sindicato denuncia incluso posibles situaciones de presión por parte de mandos intermedios ante el aumento de quejas, con repercusión directa en el Complemento al Rendimiento Profesional (CRP).

La organización sindical asegura haber trasladado esta situación de forma reiterada a la dirección del hospital sin resultados efectivos. En el último año, lejos de mejorar, la situación se ha deteriorado hasta alcanzar un punto crítico que refleja, según CSIF, un problema estructural de gestión: la falta de contrataciones.

La solución, insisten, pasa por cubrir de inmediato todas las vacantes, garantizar sustituciones reales y dimensionar la plantilla conforme a la demanda. Porque detrás de cada prueba retrasada hay una historia clínica detenida y una persona esperando respuestas que, hoy, el sistema no le está dando.

Explicación de la gerencia

Fuentes del Hospital Regional Universitario de Málaga han explicado a la ser que "a pesar del incremento de la demanda asistencial y de algunas incidencias organizativas puntuales que han afectado parcialmente a la programación, el centro mantiene un firme compromiso con la calidad, la seguridad y la accesibilidad de la atención sanitaria".

Con este objetivo "se están adoptando diversas medidas, entre ellas la puesta en marcha de un plan vacacional reforzado de cara a las próximas fechas navideñas, con un incremento del 15 % en las contrataciones, que permitirá dar una mejor respuesta a las necesidades asistenciales y minimizar el impacto de estas incidencias en la actividad programada. Este refuerzo forma parte del trabajo continuo que realiza la dirección del hospital para adaptar los recursos a la demanda real, garantizar la continuidad asistencial y ofrecer la mejor atención posible a la ciudadanía".

Asimismo añaden que "la unidad cuenta con un área administrativa específica encargada de gestionar todas las citas de los pacientes, dotada con dos profesionales administrativos, mientras que el equipo facultativo es quien establece la prioridad de las pruebas según criterios clínicos. Este modelo organizativo permite optimizar la programación y asegurar que los pacientes con mayor necesidad asistencial reciben atención prioritaria".

El centro continúa monitorizando la situación "de forma permanente y adoptando las medidas necesarias para optimizar circuitos, mejorar los tiempos de respuesta y asegurar que los pacientes reciben la atención diagnóstica y terapéutica en condiciones de máxima seguridad".