El brazo gitano solidario vuelve a endulzar Morón este 3 de diciembre en apoyo a APADIS
Morón se prepara Navidad con un dulce que reunirá casi 200 metros de tradición, emoción y unión vecinal.


El Pozo Nuevo de Morón de la Frontera volverá a convertirse este 3 de diciembre en uno de los rincones más especiales de la Navidad local con la preparación del ya tradicional brazo gitano solidario, un dulce que cada año reúne a cientos de vecinos, colegios y familias en una cita cargada de ilusión. La recaudación irá destinada íntegramente a APADIS, la Asociación de Personas con Discapacidad de Morón, cuyo trabajo diario es clave para el bienestar y la inclusión de sus usuarios.
Isabela Campos, presidenta de APADIS, y María Ángeles Osorio, vicepresidenta, visitaron los micrófonos de Hoy por Hoy Morón para compartir la emoción que supone volver a ser protagonistas de esta iniciativa tan querida. “Para nosotros es una gran ilusión. Este año no lo esperábamos, pero Miguel Parrilla y su familia quisieron mantener la tradición para no privar a Morón de un día tan especial”, explicó Campos, haciendo referencia al obrador que lleva casi tres décadas elaborando el dulce de manera totalmente altruista.


El ambiente que se vive esa mañana en la calle céntrica del municipio es difícil de describir: niños emocionados, familias que repiten cada año y el inconfundible aroma del enorme brazo gitano —que ya alcanza los casi 200 metros— llenan el Pozo Nuevo de una energía única. “Ver tantos niños es lo que da alegría a este día”, destacó Osorio.


APADIS, que colabora con el taller ocupacional Albatros, destina los fondos recaudados a cubrir las necesidades de sus usuarios, desde actividades especiales hasta compras de material o mejoras en su entorno. “Dependemos de lo que necesiten las monitoras. Nuestro objetivo siempre es responder a todo lo que los niños requieran”, remarcó la presidenta.
La implicación de los colegios es fundamental para el éxito de esta tradición. Cada año, docentes y estudiantes se vuelcan para participar, organizar las aportaciones y acudir al Pozo Nuevo. “Hay que valorar el trabajo de los maestros, que tienen que coordinar a muchos niños y gestionar el dinero”, agradeció Campos.
El proceso de elaboración del brazo gitano comienza la noche anterior con el montaje de las mesas. A partir de las cinco de la mañana, los pasteleros de la familia Parrilla llegan para comenzar a preparar el dulce, que suele estar listo alrededor de las nueve. A continuación, se realiza el corte simbólico que da inicio a la venta de porciones. Este año, el precio será de 2 euros por ración, y 6,50 euros en el formato para llevar, debido al aumento del coste de los ingredientes y materiales.
Aunque en esta edición no será posible ofrecer chocolate caliente por la dificultad logística, los asistentes podrán acompañar el dulce con batido de chocolate. Las responsables de APADIS no descartan que, de cara a próximos años, alguna entidad o voluntario pueda asumir este reto y recuperar la tradicional bebida caliente.
Para la asociación, el papel de la familia Parrilla es “fundamental”. “Son como de nuestra familia”, reconoció Campos. “Llevan 27 años ayudándonos. Empezamos con unos 30 metros y hoy casi alcanzamos los 200. Sin ellos, esto no sería posible”.
Con la mirada puesta ya en la esperada fecha, APADIS afronta esta edición con entusiasmo y gratitud. “Es un gesto sencillo, pero lleno de corazón”, concluyeron. Morón tiene, un año más, una cita ineludible para inaugurar la Navidad: un dulce, una tradición y un acto solidario que une a todo un pueblo.




