"Indignaditos de zambombas"
La firma de Juan Infantes en Hoy por Hoy Jerez

‘Indignaditos de zambombas’
No hay nada más estable en nuestra ciudad que el jerezano profesionalmente indignado, donde todo ha de pasar su aprobación…y casi nunca la supera. Si se reordena urbanísticamente una zona, atentado urbanístico. Si se arregla un socavón, obra innecesaria. Si se organiza un festival o espectáculo que atrae a gente a los hoteles y bares, ruido, botellón y suciedad. Si se instalan palcos para la semana santa…si se cortan calles para el mundial de motos…y así hasta el infinito.
Ahora, le toca el turno a las zambombas, milagro navideño certificado como Bien de Interés Cultural por el BOJA desde el año 2015. Una fiesta nacida en casas de vecinos, al calor de una candela, cuatro villancicos roncos que ahora han tomado las plazas, bares y hasta agendas de touroperadores.
La zambomba si no se ordena, “esto un botellón”. Si se ordena, “están matando la esencia”. Si vienen a conocer nuestra fíesta “han vendido la Navidad”; pero si no viene nadie “Jerez, siempre igual, nunca se hace nada”. Resultado, la queja perenne.
Claro que hay que poner límites: ruido, limpieza, seguridad. Eso es gestión. Otra cosa es confundir el derecho al descanso con el derecho a apagarle la ciudad a los demás.
La zambomba no es un problema; es la prueba de que Jerez sigue teniendo algo que muchos lugares han perdido: gente dispuesta a cantar en la calle. Y eso, con todos sus excesos, es un lujo que no deberíamos espantar a golpe de queja. A los de aquí, nos toca preservar -si me apuran, incluso en la intimidad- el verdadero sentido de las zambombas.




