La cerradura oxidada: aulas sin Educadores Sociales
Firma de Sara Carrillo Maestra en Pedagogía Terapéutica y voluntaria social en Las Palmeras

Firma de Sara Carrillo Maestra en Pedagogía Terapéutica y voluntaria social en Las Palmeras
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A menudo, decimos que la educación es la llave que abre todas las puertas, pero ¿De qué sirve si la cerradura está oxidada? En nuestros centros educativos se tiene en cuenta el currículo, las notas... Pero a veces se nos olvida que detrás de cada pupitre hay una persona, con una mochila cargada de desafíos de la vida diaria.
La figura del Educador Social no es un lujo, sino una necesidad estructural. Son profesionales que también tejen la red educativa, contribuyen a disminuir el absentismo, el acoso escolar o situaciones familiares vulnerables. Los educadores sociales ofrecen herramientas para ser y convivir.
En las últimas semanas el Ayuntamiento de nuestra provincia cordobesa ha convocado u total de 15 plazas de Educador Social. De dichas escasas y tan necesarias plazas, ninguna se dirige a nuestros centros educativos. Por tanto, nuestra cerradura sigue oxidada. Empecemos a exigir esta importante figura en cada centro.
La prevención no puede esperar en la puerta del colegio. Si la educación es la llave, es hora de asegurarnos de que la cerradura funcione.




