De la cima al laberinto: el bloqueo mental frena al Almería
Falta de claridad y las dudas en los dos últimos partidos borran su identidad competitiva
Cuando se compite con la mente sucia no se gana. / UD Almería
Almería
De la gloria en Butarque a la indignación en Ceuta: el equipo rojiblanco se pierde en sus propias dudas y necesita reaccionar en Andorra. Eso que se dice fácil es muy complicado la indignación del Murube salpica. Los polos opuestos de la emoción atrapaban al equipo de Rubi que en dos partidos ha sembrado de dudas su entorno y necesita una victoria urgente en el Principado para despegar. Jugar con la mente sucia sale caro y es la imagen que transmitía en el campo frente al Huesca un equipo perdido en mil pases incapaz de meterle una velocidad más al juego para desactivar al rival y rematando poco a portería. No eran las mismas caras de partidos anteriores y la indignación por el penalti de Bonini rondaba en las cabezas de los jugadores.
Se empeñaba el entrenador en decir que habían pasado página cuando en realidad el equipo seguía protestando y clamando una injusticia. La cabeza llena de quejas buscando soluciones que no van a llegar, pero como seres humanos acusaron el duro golpe. Volvían de Ceuta sin puntos y sin liderato con todo lo que ello representaba de cara a la recta final de la primera vuelta de LaLiga. No eran los mismos compitiendo ante su afición y cuando una victoria lo curaría todo, esta no llegaba, y más dudas para la colección tras una buena racha que llevaba a la cima de la categoría. El Almería no puede permitirse seguir atrapado en su propio laberinto mental. Cada partido sin victoria alimenta la espiral de dudas y aleja el objetivo del ascenso directo. Limpiar la mente se hace urgente.
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Clamor sin respuesta
La mente de los profesionales del Almería estaba sucia por la indignación que generaba la derrota en Ceuta por la forma. Igual se pierde sin polémica y se logra pasar página, pero viendo al equipo en el campo ante el Huesca se notaba que no estaban metidos en el partido y sus caras eran de tensión y desencanto; así es muy complicado competir. Esto va a durar hasta la siguiente victoria que no debe tardar porque se corre el riesgo de entrar en una dinámica negativa. El equipo rendía por debajo de lo esperado y no estaba alegre en el campo: sus rostros los delataban.
Pasar por el psicólogo
Cuando un equipo está triste se refleja en el campo y haciendo todo lo necesario para vencer no llegaba ese triunfo liberador. El partido de Ceuta ha cambiado la dinámica y ponía fin a una marcha triunfal del Almería, ensuciando la mente de los jugadores, justo cuando venían del quizás mejor partido de la temporada en Leganés. Los entrenadores en situaciones como esta se afanan en mandar mensajes de tranquilidad para sus futbolistas, que no son máquinas y les afecta como profesionales una derrota como la sufrida en Ceuta. El partido más largo de la temporada hizo daño.
Tony Fernández
Redactor de Deportes de SER Almería. Llegó a...Redactor de Deportes de SER Almería. Llegó a la SER en 1996. Antes, en RNE. Más de 40 años de experiencia en la radio.