Hoy por Hoy Sevilla desde la Ciudad San Juan de Dios: solidaridad e inclusión en un recinto pionero

La Ciudad San Juan de Dios se ha convertido hoy en el epicentro de la solidaridad y la inclusión. En sus instalaciones, donde cada día conviven unas 600 personas entre trabajadores y usuarios, se ha celebrado un encuentro que ha reunido a profesionales, familias y alumnos del colegio de educación especial que forma parte de este complejo único en Andalucía y desde el que se ha realizado Hoy por Hoy Sevilla con Salomón Hachuel.

Hoy, el timón lo lleva Federico Gil, director gerente desde hace cuatro años. Bajo su organización, la Ciudad atiende a más de 400 personas con discapacidad intelectual, física y sensorial, a través de recursos como el colegio especial, la residencia para gravemente afectados, la unidad de estancia diurna y el centro especial de empleo. Con casi 200 profesionales, este espacio fundado hace más de medio siglo por el hermano Serafín Madrid sigue fiel a su misión: hospitalidad, respeto y calidad de vida.

Entre los protagonistas de la jornada, Fran Gata, maestro del colegio desde hace seis años, explicó el cambio metodológico que impulsa para preparar a los jóvenes en su transición a la vida adulta. Proyectos prácticos como fabricación y montaje, agropecuaria, comunicación, cocina y producción audiovisual son la base para que los alumnos desarrollen autonomía y, cuando sea posible, accedan al mundo laboral. “No vemos la discapacidad, vemos a la persona”, afirmó.

La voz de las familias también tuvo su espacio. Virginia López, madre de Román, un joven de 16 años, compartió cómo la metodología por proyectos ha transformado su hijo: más autónomo, más tranquilo y feliz en el área de fabricación y montaje. “La inclusión empieza en casa, pero necesitamos más empatía social”, reclamó.

Por último, Juan Cabo, psicólogo y coordinador de investigación, presentó un proyecto pionero para medir el estado emocional de personas con discapacidad severa que no pueden comunicarse. A través de sensores y entornos virtuales, buscan anticipar intervenciones que mejoren su bienestar, en colaboración con ingenieros de la Universidad de Sevilla y con apoyo de La Caixa.

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Entre los asistentes, nombres que son historia viva de la institución. Antonio Sánchez Araújo, colaborador incansable, recordó sus inicios recogiendo donativos con los carritos, una iniciativa impulsada por el periodista Paco Amores desde la Voz del Guadalquivir.

También estuvo presente la memoria de Alfonso Moral, quien dirigió la Ciudad durante 28 años y que, tras cuatro décadas junto a los hermanos, fue testigo de la transformación de la Orden, abriendo paso a la participación de seglares en puestos de responsabilidad.

Con el tiempo, la Ciudad San Juan de Dios ha ido reforzando su compromiso con la integración de personas con discapacidad a través de dos iniciativas clave: el Centro Especial de Empleo y la Residencia para personas con discapacidad gravemente afectadas.

El Centro Especial de Empleo gestiona una lavandería industrial con más de 20 años de experiencia, donde cerca de 50 trabajadores con discapacidad intelectual procesan diariamente 7.000 kilos de ropa hospitalaria para seis hospitales andaluces. Este empleo estable les aporta autonomía y bienestar, como destaca Rocío Soto, operaria del centro, que reivindica la igualdad de oportunidades para este colectivo y Jennifer García, integradora social y miembro de la unidad de apoyo a los trabajadores.

Por su parte, la Residencia ofrece atención integral a 80 personas y 30 menores en régimen escolar, con programas de ocio, terapias y salidas comunitarias. Raúl Pérez, residente desde 2001, vive la residencia como su hogar y disfruta de actividades que fomentan su inclusión y calidad de vida. Jaime Palacios, coordinador asistencial de la Residencia, ha contado en qué consiste esta atención integral: acompañamiento 24 horas, higiene, gestión médica, talleres de ocio (yoga, huerto, artesanía, musicoterapia, equinoterapia…), salidas comunitarias y coordinación con familias. Un equipo de 100 profesionales, principalmente cuidadores, trabaja para garantizar bienestar y socialización.

Como nos ha contado el hermano Guillermo García, la misión de San Juan de Dios con los colectivos vulnerables en Sevilla trabaja con personas y familias en exclusión social o riesgo de estarlo, personas con enfermedad, infancia, mayores y personas con discapacidad.

Y la labor de los hermanos está apoyada por centenares de empleados, pero también de voluntarios que comparten su amor y tiempo con ellos y de donantes, particulares y entidades, que apoyan económicamente la Obra Social de la Orden para hacer la vida de estos colectivos más digna y amable.