Antonia Varela, directora de la Fundación Starlight: "El astroturismo es un poderoso antídoto contra la despoblación”

Córdoba

Contemplar un cielo limpio se hace cada vez más difícil a pesar de los avances normativos en la protección de la contaminación lumínica.

El 85% de la población mundial vive bajo cielos contaminados. Solo un 25% de los cielos siguen siendo aptos para la observación de las estrellas, y en la mayoría de los casos, hay que alejarse cada vez más de las grandes ciudades y de las zonas urbanas para encontrar un cielo certificado como Starlight.

La directora de la Fundación que certifica los cielos no contaminados, Antonia Varela, ha participado en Córdoba en una mesa redonda dentro de Expoaire 2025, en la que se ha abordado el papel del turismo astronómico en el futuro de las áreas rurales.

A su juicio: "El astroturismo es un poderoso antídoto contra la despoblación". Según los datos que maneja la Fundación se trata de "la modalidad de turismo que más fomenta la pernoctación, desestacionaliza y descentraliza la oferta turística".

A esto se suma otro aspecto fundamental y es la protección del patrimionio natural a través de la divulgación científica, explica Varela.

"Tenemos que hacer que las instituciones cumplan las normas que nos protegen de la contaminación lumínica"

En los últimos años se han ido implementando normativas para luchar contra la contaminación lumínica. Una de ellas el Reglamento de Protección Frente a la Contaminación Lumínica de Andalucía, elaborado por el astrónomo cordobés,David Galadí, profesor del Departamento de Física de la UCO.

Sin embargo no solo es necesario que se implementen estas medidas sino que se hagan cumplir. La contaminación lumínica. Según Varela, “No hay ni un solo argumento que justifique el uso excesivo, inadecuado y abusivo del alumbrado”.

La sostenibilidad también pasa por cuidar el cielo

“Podemos perder el planeta si no cuidamos el cielo”, dice la directora de la Fundación Startlight, Antonia Varela.

La contaminación lumínica implica una emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera, y tiene graves afectaciones directamente para nuestra vida y nuestra salud.

A juicio de Varela, “las administraciones públicas también las primeras que tienen que dar ejemplo”, aunque a veces no lo hacen. La propia Asociación Astronómica de Córdoba denunció que el proyecto de renovación del alumbrado aprobado por el Ayuntamiento de Córdoba, no cumplía con la norma autonómica.

"Con estas herramientas, cada vez va a ser y debe ser más difícil o casi imposible hacer las cosas mal y lo que hay que hacer es denunciar en los casos que que se implica y que se incumplen, y si las normativas todavía conceden esas vías y esas fisuras hay que modificarlas rápidamente", dice Varela.

De hecho la directora de la Fundación explica que "Gracias a las asociaciones y a tantas personas que están atentas en sus territorios podemos identificar estos proyectos, e intentar revertirlos y frenarlos".

"A veces pensamos que puede ser por desconocimiento otras veces nos resulta asombroso que haya desconocimiento en esta materia", dice Varela, pero "tenemos que seguir intentando que se cumplan esas normas".

Muchas veces el problema está en que no hay una ordenanza sancionadora, pero la fundación considera vital que se establezca y no solo que se cupla sino que se repongan los daños.

Frente a las administraciones que incumplen estan otras que llevan al máximo el compromiso con la protección del cielo, según Varela. Un ejemplo el IDAE, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, que condiciona sus ayudas al cumplimento de las normativas de contaminación lumínica.