El Belén de San Isidro Labrador recrea el entorno rural de La Polvorilla

Los Barrios

Estamos en pleno diciembre y con la Navidad a la vuelta de la esquina, la parroquia de San Isidro Labrador, en los Barrios, vuelve a sorprender con su tradicional Belén, una muestra que combina historia, detalle artesanal y memoria local.

El equipo de belenistas formado por Pablo Quijano, Antonio Muñoz y Chelo Sibón se ha trasladado a la radio para hablar sobre el nacimiento de este proyecto, que tiene raíces en el colegio San Ramón, donde hace décadas se montaba el Belén con la participación de padres, alumnos y profesores. Cuando el colegio necesitó ampliar sus instalaciones, la tradición se trasladó a la parroquia, aunque llegó a perderse durante algunos años hasta que hace cuatro fue retomada.

Chelo Sibón, conocida entre los feligreses como “la niña del Belén”, ha sido pieza clave en la restauración de las figuras y en la coordinación de las familias y catequistas que colaboran en el montaje. Por su parte, Pablo Quijano y Antonio Muñoz se han encargado de dar forma a las estructuras y escenas, incluyendo detalles arquitectónicos como el molino de agua y la escuela de La Polvorilla, recreados a escala 1:15, y el puente del río Las Cañas, construido siguiendo fotografías y medidas proporcionadas por la asociación local.

Este año, el Belén tiene unas dimensiones de 6x3 metros y narra la historia del entorno rural de La Polvorilla, un lugar que durante décadas quedó prácticamente abandonado tras la construcción del pantano del Cerco Redondo. El montaje busca poner en valor la memoria de las familias que habitaron la zona y ofrecer un recorrido educativo y cultural a los visitantes, que podrán conocer la historia de la escuela y otros elementos emblemáticos del pasado rural de los Barrios.

El trabajo del equipo de belenistas comenzó a finales de enero, con visitas a La Polvorilla para tomar medidas y recopilar información. A lo largo del año, han dedicado esfuerzo y creatividad para asegurar que cada detalle —desde las figuras hasta los paisajes— refleje con precisión la tradición y el patrimonio local. Entre borreguitos, burros y personajes humanos, el Belén recrea la vida y costumbres de la zona, ofreciendo a los vecinos y visitantes una experiencia navideña única.

El Belén de San Isidro Labrador no sólo celebra la Navidad, sino que también resguarda la historia de la comunidad, conectando generaciones y manteniendo viva una tradición que, año tras año, sigue emocionando a los Barrios.