El equilibrio imposible
Los grandes retos vienen con el modelo de financiación y con el proyecto de presupuestos

Sevilla
El Gobierno de Pedro Sánchez ha abierto tres frentes de enorme complejidad territorial en plena recta final de las elecciones andaluzas. Ha aprobado una propuesta de quita de deuda, ha anunciado un nuevo modelo de financiación autonómica para febrero y se ha reafirmado en su empeño de elevar un proyecto de Presupuesto al Congreso en los primeros meses de 2026. Todo ello con María Jesús Montero como ministra de Hacienda y candidata para las elecciones autonómicas.
Lo más probable es que por falta de apoyos no saque adelante ninguna de estas iniciativas. Pero sólo con presentarlas asume un enorme riesgo político.
Lo importante a estas alturas es el relato. Ya no va a haber un cheque de 2.600 millones de ahorro de intereses para Andalucía, ni se va a materializar un nuevo modelo de financiación que sustituya al de 2009. Tampoco da tiempo a que se ejecuten nuevas inversiones.
Lo importante es qué se dice y, sobre todo, cómo se dice.
Y ahí es donde el Gobierno de Pedro Sánchez y María Jesús Montero va a tener que elegir. Puede apostarlo todo a la reconciliación imposible con Junts hasta rebajarse para alcanzar acuerdos efímeros e inconsistentes con el partido de Carles Puigdemont que incluyan el principio de ordinalidad o la publicación de las balanzas fiscales.
O puede aprovechar estos tres debates para fijar su modelo político y tener un arma para encarar con una mínima solvencia la compleja y larga campaña electoral andaluza.
Para el Gobierno de Juanma Moreno el argumentario ya está escrito. La respuesta será un ‘no’ rotundo a todo. Todo es un agravio, un castigo y un maltrato a Andalucía.
Pero en la propuesta de quita de deuda se ha demostrado que Andalucía no tiene por qué salir perdiendo. De hecho, es la que más dinero se ahorraría en intereses y la que más aliviaría sus deudas con el Estado. Pero, eso sí, ha sido a costa de enfrentarse con el nacionalismo catalán que, de hecho, no garantiza su apoyo a esta propuesta.
Quizá ese es el camino.
Ahora, los grandes retos vienen con el modelo de financiación y con el proyecto de presupuestos. Y en ambos casos hay una cuestión clara: si los postulados de Junts marcan la fórmula, no hay equilibrio posible entre Cataluña y el resto de territorios como Andalucía.




