El feminismo no es ponerse un lazo morado el 8-M
El PSOE debe aprender de sus errores para conservar la credibilidad ante las mujeres

La Columna de Carlos Rocha ( 11/12/25)
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Alguna vez me he sorprendido a mí mismo con un comportamiento machista. ¿Cómo iba a ser yo eso, un millennial de principios de los 90, criado en un matriarcado y que vive rodeado de mujeres?
La respuesta es que es inevitable en una sociedad amoldada por los hombres desde hace siglos que sólo ahora empieza a cambiar. Y no sin resistencias de hombres de todas las edades.
El estallido del caso Salazar y la pasmosa lentitud con la que el PSOE ha gestionado las denuncias contra el exasesor de Moncloa es una prueba escandalosa de ello. Hay mujeres socialistas que, en privado, han quitado hierro a los relatos que se conocieron a principios de julio. Ni rastro del “hermana yo sí te creo”. Mujeres jóvenes que los han achacado a una guerra de poder para acabar con la cabeza de un hombre que se había ganado muchos enemigos por el camino.
Ha hecho falta que se conozcan todos los detalles de los comportamientos de Salazar para que en Ferraz y en Moncloa tomen conciencia. Estos cinco meses de silencio y críticas con la boca chica quedarán para siempre como una mancha en la hoja de servicios de los socialistas en lo que respecta a la igualdad de hombres y mujeres.
El PSOE se desgañita cuando alguien pone el foco en las denuncias falsas por violencia de género. Y es cierto que es el responsable de los principales avances en igualdad en este país, pero ha quedado retratado cuando se trataba de uno de los suyos. Las disculpas de este diciembre negro reparan, en parte, el fallo. Igual que las palabras de Ángeles Férriz, que ha dejado claro que está “hasta el moño de puteros y acosadores”. No es la única, pero no ha tenido la voz suficiente para que su postura fuera la imperante.
Es lógico y está bien que el PSOE ponga el foco en los casos que hay en el resto de partidos. Y en la tibieza del PP con la situación del alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce. Pero para poder hacer esas críticas con legitimidad tienen que recorrer un camino de penitencia, aprender de sus errores y así recuperar la credibilidad. Un lacito morado el 8-M no lo soluciona todo.

Carlos Rocha
Colaborador de La Ventana Andalucía.




