Los sanitarios viven en Jaén su tercer día de huelga solicitando cambios en el estatuto marco

Jaén

Cuando se cumple el tercer día de huelga del Sindicato Médico, que protesta contra el nuevo Estatuto Marco que regula las condiciones laborales del personal médico en España, Bernabé Castro, su presidente en Jaén, ha explicado que el colectivo rechaza el texto del Estatuto por no atender sus principales reivindicaciones. “Durante muchos años hemos trabajado en condiciones pésimas y esperábamos que, siendo médica la ministra, se atendieran nuestras demandas. Lamentablemente, el Estatuto que propone es prácticamente igual al que hemos soportado durante 22 años”, señala.

Entre las principales demandas del Sindicato Médico se encuentra la regulación de la jornada laboral, ya que actualmente los médicos deben cumplir hasta 48 horas semanales en cómputo semestral, lo que permite semanas con 60, 70 o incluso 80 horas. Además, según denuncian, se les exige realizar 800 horas extras al año, muchas de ellas en tardes, noches y festivos, con una retribución considerada insuficiente; el sindicato pide que estas horas sean voluntarias y negociadas. También reclaman el respeto al descanso y la conciliación familiar, así como el reconocimiento de la profesión como de riesgo, lo que permitiría la jubilación anticipada sin pérdidas retributivas, dada la exposición a situaciones de peligro y la incidencia de problemas de salud derivados del ejercicio profesional.

Sobre el seguimiento de la huelga en Jaén, Castro ha indicado que ronda el 21% de la plantilla, aunque matiza que este cálculo no refleja la participación real, ya que no se descuenta al personal de baja, permisos o reducción de jornada. Además, ha anunciado que se ha convocado una reunión con el Ministerio de Sanidad para tratar las reivindicaciones y ha expresado su esperanza de que la ministra muestre "sensibilidad y proponga soluciones aceptables"; de lo contrario, la movilización continuará hasta lograr condiciones laborales justas.

Castro ha reconocido que la huelga afecta a la atención sanitaria, pero destaca que la medida es necesaria para garantizar una sanidad pública de calidad: “Si no se atienden nuestros derechos, la pérdida de efectivos en la sanidad pública repercute directamente en los ciudadanos”.