Una vida cuidando a todos: Antequera homenajea a Rosi Morón Trillo
Recibe el XVI Premio de la Solidaridad por su labor en CASIAC y su trayectoria de entrega

Rosi Morón recoge el XVI Premio de la Solidaridad / Ayuntamiento de Antequera

Antequera
Antequera ha rendido este miércoles un emotivo homenaje a Rosi Morón Trillo, reconocida con el XVI Premio de la Solidaridad por su dedicación incansable a las personas con discapacidad y por una trayectoria marcada por el compromiso personal, la entrega constante y una fuerza que ha inspirado a toda la ciudad.
El acto, celebrado en el salón de plenos del Ayuntamiento, estuvo presidido por el alcalde, Manuel Barón, y el concejal de Participación Ciudadana, Alberto Arana. Ambos subrayaron la dimensión humana y social de un reconocimiento que —recordaron— nace del consenso del Consejo Municipal de Programas Sociales.
Una vida de cuidado, lucha y ejemplo
Arana fue el encargado de repasar la trayectoria de la premiada.. Rosi, dijo, es “amable, sincera y solidaria”, una mujer que siempre ha pensado antes en los demás que en sí misma. Desde muy joven asumió el cuidado de su familia, acompañó a su madre enferma de Alzheimer y, más tarde, a su padre.
Formó su propio hogar junto a su marido, Ángel, y afrontó con entereza el nacimiento de su hijo Adrián, diagnosticado con síndrome de Down. Lejos de rendirse, convirtió cada dificultad en un impulso para ayudar a otras familias en situaciones similares.
Su llegada a CASIAC marcó un antes y un después. Participó primero como madre, después como colaboradora y finalmente como presidenta, etapa en la que impulsó proyectos esenciales: logopedia, talleres de transición a la vida adulta, programas laborales y la Escuela de Vida Independiente, que abrió nuevas oportunidades para jóvenes con discapacidad.
Luchar incluso en plena enfermedad
El concejal destacó el valor con el que Rosi Morón enfrentó dos diagnósticos de cáncer de mama, en 2017 y nuevamente ocho años después. Aun en tratamiento, siguió trabajando desde casa para mantener en marcha la actividad de la asociación. “Con su pañuelo en la cabeza y su sonrisa por bandera, logró que CASIAC resonara en toda Antequera y más allá”, recordó Arana.
Rosi Morón también impulsó la participación del colectivo en actividades de voluntariado, desde el reparto de alimentos a acciones por la paz, y se convirtió en una voz activa en la defensa de los derechos de las personas con diversidad funcional.
El reconocimiento de toda una ciudad
Antequera premia así una vida entregada al cuidado, la integración y la justicia social. Y lo hace, como concluyó Arana, porque Rosi Morón “nunca se rinde, nunca se queja y siempre está para los demás”.




