“Me cago en tu puta madre”: Pacheta estalla

Almería

La derrota del Granada en Gijón ha sido un serio traspiés para la buena dinámica del equipo y la aceptaba como buen profesional, entendiendo que el partido no estuvo donde él quería. José Rojo Martín, Pacheta, es uno de los grandes entrenadores de España que nunca pasa inadvertido y parece estar siempre en el foco: por su forma de hablar y entender el fútbol. No deja a nadie indiferente pero esta vez no va de temas deportivos la cuestión; entra en el terreno personal y no está dispuesto a pasar ni una más.

El entrenador burgalés las ha vito de todos los colores a lo largo de su carrera desde los banquillos, pero no entiende como ahora se haya cruzado una línea roja a base de insultos que no está dispuesto a consentir. “Estoy cansado, muy cansado. Y veo que se protege a todo el mundo, pero quiero que me protejan a mí también. No me gusta que al final de un partido me digan “hijo de puta, me cago en tu puta madre, vete a la mierda, jódete, me cago en tus muertos… Muy feo”. Así de rotundo se mostró. Agradecía el proceder de la afición con el Sporting durante el partido pero al final…

Insultos graves a un profesional

En el fútbol siempre hay quien da la nota y no es la primera vez que le sucede a Pacheta. Pasarse de la raya viene siendo una constante para el entrenador burgalés, que se muestra comedido en la banda y siempre mirando por los intereses de los clubes para los que trabaja. Los insultos desde la grada son comunes (por desgracia) y los entrenadores suelen ser respetados en todos los campos. Especialmente uno que tanto le ha dado al fútbol en sus dos grandes categorías. Insultar a Pacheta como a cualquier entrenador no debe pasar inadvertido. Se falta al respeto de forma grave y las medidas deben de llegar desde la Federación de forma contundente.

Pacheta habla claro y no se mete con nadie

Cuando aparece en una sala de prensa antes o después de los partidos, hay que atender todo lo que dice porque habla la experiencia y el conocimiento. Siempre dice las cosas claras y no se mete con nadie. Desde la educación expone sus ideas de fútbol y ha sido una constante en su carrera el respeto por el rival y el elogio a las aficiones por encima de aquellos que desentonan con el insulto, amparados en la masa de seguidores en una tribuna. Todo tiene un límite, y los que conocen a Pacheta, saben que ha estallado porque no es la primera vez que sucede. Volverá a ocurrir si no se toman medidas para evitarlo.

La línea roja que no se debe cruzar

Unos son de Pacheta y otros le desearán la derrota. Con ello sabe vivir un profesional del fútbol, pero que se acuerden de su madre cuando pita el colegiado y lanzar esos insultos graves se aleja de lo que debe ser una conducta deportiva de buen aficionado. El entrenador burgalés ha pedido protección y lo mismo que se para un partido por insultos racistas que se mire al banquillo visitante cuando pita el colegiado, porque se ha convertido en el blanco de las críticas de esos mal llamados aficionados que gritan desde el anonimato a un profesional que cumple con su labor, sin meterse con nadie. Pacheta estalla tras un nuevo episodio que por el bien de nuestro fútbol debería ser el último.