Sirve su cuna
La opinión de Lola Fernández

Morón de la Frontera
Hoy quiero desearles unas Felices Navidades, porque el próximo lunes serán otras voces las que llenarán la mañana y la tarde de nuestras vidas, deseándoles a todos que esas voces griten a los cuatro vientos ese numero al que rezamos para que caiga en el de nuestros anhelos.
Ojalá se cumplan todos nuestros sueños siempre, que la vida nos sea liviana y verdadera, que nos sonrían los surcos del camino y que en los márgenes sembremos flores, que adornen nuestros pasos y desborden nuestros sentidos.
Que las palabras nos cuiden en exceso, que se vuelvan piel y que el silencio solo sea preciso y concreto, que digan más que los discursos preparados, que no entremos sino lleguemos, porque las palabras nos llevaran a otros lugares, aunque sea en nuestra imaginación y nuestros sueños.
Que no renunciemos a nuestras raíces ni a la tierra, ni a su profundidad y su grandiosidad que nos señala como propios, guardando la llave de nuestro tesoro, sin temer perderla.
Yo quiero esta vida y no otra, aunque las sillas que se quedan vacías sigan doliendo tanto, quiero que nos cuidemos y nos amemos, solo los buenos recuerdos quedaran fijos en nuestra memoria, las historias comunes, las anécdotas humanas, cargadas de verdades, las risas que contagian al mundo.
Me gusta la gente que se lo pasa bien, solo ellos disfrutan de la vida a carrillo suelto.
Me gusta la gente que se respeta, que te entiende, aunque no sienta tu verdad, ellos serán los garantes de tu vida.
Por eso al Señor de mis creencias le pido por todos nosotros, todos, los que creen y los que no, porque no entiende mi fe de odio y de mal, que no justificamos ni guerras ni conflictos, que la tinta de mis letras sean escritas en los tinteros de la paz y el amor, porque con esta tinta escribiré los años que me queden por vivir, con mis achaques de canas blancas y mi vida vivida por muchos años, rodeada de todos a los que quise y los que me quisieron, les contaré a los que lleguen para sentarse en sillas nuevas, aquellos comentarios que me hacia feliz por tes minutos.
Disponiéndome a vivir otra Navidad más con la llegada de La Luz de la Paz de Belén, otro día de lotería frenético y la llegada de la Nochebuena, llamando a mi prima que cumple años el mismo día que el niño Jesús y felicitarla, preparando la mesa para que mi familia se acerque a mi casa a compartir como cada año, nuestra reunión, nuestra vida y nuestra historia, como la de todos ustedes que me escuchan cada semana.
Les deseo siempre, siempre, una feliz Navidad.
Y como dice el villancico:
“Nos acordemos de los buenos tiempos
Nos acordemos de los que se fueron
convertirnos en una familia y vivir en paz.
Sirva su cuna
Pa' que el mundo se reúna
En una sola familia
Que se perdonen faltas y pecados
Un villancico a toito' reconciliá.”




