Gneisenau: 125 años de memoria y solidaridad. La tragedia que hizo heroica a Málaga
SER Málaga recupera en un programa especial la historia del naufragio y la respuesta solidaria de una ciudad entera
Gneisenau: 125 años de memoria y solidaridad. La tragedia que hizo heroica a Málaga
Málaga
Se cumplen 125 años del hundimiento de la corbeta alemana Gneisenau frente al puerto de Málaga. Ocurrió el 16 de diciembre de 1900, tras un fuerte temporal de levante. Murieron 41 marineros alemanes y más de 400 tripulantes pudieron ser rescatados gracias a la respuesta inmediata de la ciudad, que se volcó en el auxilio, abrió sus casas y convirtió el dolor en solidaridad.
Una reacción que marcó para siempre los vínculos entre Málaga y Alemania, y que llevó a la ciudad a recibir el título de Muy Hospitalaria. Un legado que aún se ve hoy en símbolos como el Puente de los Alemanes.
En este programa especial repasamos qué pasó aquella mañana, lo que aún queda por investigar sobre los restos del buque y el impacto humano y social de la tragedia. Hoy por Hoy Málaga ha realizado un programa especial sobre el acontecimiento. Ya puedes escucharlo.
Qué ocurrió aquel 16 de diciembre de 1900
El naufragio se produjo a escasos metros de la orilla, ante la mirada de cientos de personas. Y, como se subrayó durante el programa, aquella mañana no solo habló el mar: habló una ciudad que se volcó en el rescate, que abrió sus casas y convirtió el dolor en solidaridad.
El profesor Francisco Cabrera Pablos, uno de los grandes conocedores de la historia del Puerto de Málaga, explicó en antena que la Gneisenau llevaba días fondeada frente a la costa, a unos 700 u 800 metros del muelle de Levante, mientras aguardaba el regreso de una legación diplomática alemana en Marruecos. Durante esas jornadas, el buque salía por las mañanas al mar de Alborán para realizar prácticas de tiro.
El temporal de levante, uno de los más peligrosos para la costa malagueña, fue ganando intensidad desde el día anterior. El comandante ordenó poner en marcha las calderas, pero el buque necesitaba tiempo para alcanzar presión suficiente. Una de las anclas se rompió y la otra no se agarró al fondo marino. Sin capacidad de maniobra y con el viento arreciando, el barco terminó golpeando el muelle y se hundió en poco más de media hora.
La dotación rondaba los 470 tripulantes, entre oficiales, suboficiales, marineros y grumetes. Entre los fallecidos se encontraban el comandante, su segundo, el jefe de máquinas, varios suboficiales, 19 grumetes y algunos civiles que viajaban a bordo. En total, 41 personas perdieron la vida.
Tripulación de la Gneisenau unos días antes de la tragedia en Málaga
La Gneisenau, “el Titanic malagueño”
El programa contó también con la participación del escritor y profesor de la Universidad de Málaga Francisco Guerrero López, autor de la novela Gneisenau. El autor define este suceso como “el Titanic malagueño”, no por el número de víctimas, sino por el impacto emocional que tuvo en la ciudad, que “lo vio y lo vivió en directo”.
Guerrero explicó que la novela nació de una historia que su padre le contó siendo niño mientras paseaban por el Puente de los Alemanes, un recuerdo que permaneció décadas en su memoria. Durante su documentación descubrió que faltan páginas de los informes oficiales, un vacío que le permitió explorar hipótesis desde la ficción. Para escribir la obra, acudió en varias ocasiones al lugar del hundimiento con temporal de levante, para comprender la angustia de los tripulantes, especialmente de los jóvenes grumetes sin experiencia en el mar.
La novela reivindica además la figura de los charranes, personas humildes que vivían en la playa y que, según el autor, fueron probablemente los primeros en lanzarse al rescate, pese a la mala fama con la que han sido retratados históricamente.
Momento del naufragio de la corbeta Gneisenau en las costa de Málaga
La respuesta de Málaga y el reconocimiento histórico
Cabrera recordó que, pese a los escasos medios de la época, la población malagueña se lanzó a ayudar: se tendieron cuerdas desde el muelle, pequeñas embarcaciones intentaron acercarse al buque y muchos ciudadanos se expusieron al temporal para rescatar a los náufragos. Aunque se ha hablado tradicionalmente de una docena de malagueños fallecidos durante el rescate, señaló que no se ha podido constatar documentalmente, aunque la implicación de la ciudad está fuera de toda duda.
Ese comportamiento fue reconocido oficialmente el 3 de enero de 1901, cuando la reina regente María Cristina concedió a Málaga el título de “Muy Hospitalaria”, destacando la abnegación, el valor y la caridad demostradas por su población.
Años después, tras las graves inundaciones de 1907 que destruyeron el puente de la Aurora, Alemania impulsó donativos que permitieron construir el Puente de Santo Domingo, conocido desde entonces como el Puente de los Alemanes, uno de los símbolos más visibles del vínculo entre ambos pueblos.
El profesor Cabrera Pablos apuntó que todavía quedan aspectos del naufragio por estudiar, como el proceso de extracción y desguace de los restos del buque. Mencionó un expediente fechado el 6 de marzo de 1901, en el que un empresario solicitó autorización para volar con dinamita el casco de la Gneisenau por el peligro que suponía para la navegación. Parte de esa historia sigue pendiente de investigación.
Entierro en el Cementerio Inglés de Málaga de las víctimas de la Gneisenau
Las casas que se abrieron: la familia Küstner
El programa dio voz también a la memoria familiar. Paloma Artola, bisnieta de Jorge Küstner y Rosa Schneider, relató cómo su familia, de origen alemán pero profundamente arraigada en Málaga, acogió en su casa del Paseo de Sancha a varios náufragos, convirtiendo la vivienda en un auténtico hospital de campaña.
Explicó que el recuerdo del naufragio se ha transmitido durante generaciones de forma oral, acompañado de fotografías, documentos y objetos conservados por la familia, y que vivir hoy en esa misma casa sigue siendo una experiencia muy emotiva.
El programa abordó también el suceso desde el punto de vista científico. Divulgadores y meteorólogos como Francis Villatoro y Nicolás Sánchez Maldonado, de la AEMET, explicaron por qué el levante resulta especialmente peligroso en Málaga, debido a la configuración del mar de Alborán y la orientación de la costa y del puerto, que en 1900 estaba mucho menos protegido que en la actualidad.
Qué queda hoy bajo el mar
El arqueólogo submarino malagueño Javier Noriega, especialista en patrimonio subacuático, explicó que, aunque el buque fue objeto de varios procesos de rescate y desguace durante años, parte de la quilla y otros restos podrían seguir enterrados, incluso bajo las escolleras construidas posteriormente en el puerto.
Recordó que los primeros buzos que participaron en el desguace se encontraron con los cuerpos de algunos marineros aún en el interior del pecio, una experiencia que calificó de estremecedora, y lamentó que Málaga no cuente con un espacio permanente que recuerde este naufragio.
Noticias de la época sobre el rescate de la Gneisenau hundida en la costa de Málaga
Un amplio programa de actos conmemorativos
Con motivo del 125 aniversario del naufragio, la Comunidad Alemana, a través del Consulado Alemán en Andalucía, con sede en Málaga, y la Asociación Empresarial Alemana DWA, han organizado un programa de actos institucionales y culturales que comenzaron en octubre y se prolongarán hasta marzo de 2026.
La secretaria de la Junta Directiva del DWA, Carmen Soto, explicó que el objetivo es rendir homenaje a las víctimas y agradecer a Málaga su valerosa respuesta, con la colaboración del Ayuntamiento y la Autoridad Portuaria, y el patrocinio de entidades como Fundación Unicaja y Allianz.
El programa incluye cuatro conferencias dedicadas al naufragio, la respuesta del pueblo de Málaga, los vínculos alemanes con el vino malagueño y los temporales de levante. También se han proyectado documentales en institutos, se ha editado una historia ilustrada para divulgación entre jóvenes, se ha creado una página web, y se ha celebrado incluso un homenaje en el estadio de La Rosaleda, con un minuto de silencio y la presencia del lema Málaga Muy Hospitalaria.
Este 16 de diciembre se celebra un acto institucional en el Paseo de Levante, con la participación de la banda de la Marina Alemana de Kiel, autoridades alemanas y malagueñas, el patrullero Tagomago de la Armada Española y embarcaciones del Real Club Mediterráneo. Por la tarde tiene lugar un acto ecuménico en la Catedral, con representantes de la Iglesia católica y la comunidad evangélica.
Los actos continuarán con una exposición callejera en el Palmeral de las Sorpresas, una ruta histórica por la ciudad, nuevas proyecciones del documental Buscando a Lemberg y culminarán en marzo de 2026 con un concierto del guitarrista malagueño Miguel Chillón y la soprano alemana Johanna Griss, con obras del compositor Lemberg Ruiz, hijo de uno de los marinos que sobrevivieron y se asentaron en Málaga.
Acto de homenaje en el Puente de los Alemanes que esté país sufragó como agradecimiento al pueblo malagueño
El agradecimiento de Alemania
El cónsul alemán en Andalucía, Franko Stritt, destacó en un mensaje en SER Málaga la importancia de este aniversario tanto para la comunidad alemana como para Málaga. Recordó que la mayoría de los marineros fallecidos eran jóvenes de 16, 17 y 18 años, y agradeció de nuevo la ayuda de los malagueños, que rescataron, alimentaron, alojaron y vistieron a más de 430 supervivientes. Un gesto que, a su juicio, explica por qué Málaga merece aún hoy el título de Muy Hospitalaria.
El especial concluyó recordando que el hundimiento de la Gneisenau fue una tragedia, un temporal y una ciudad que no miró hacia otro lado. De aquel gesto nacieron vínculos que aún hoy perduran entre Málaga y Alemania.Porque recordar no es solo mirar al pasado, sino entender quiénes fuimos para saber quiénes somos.