Montero todavía aguanta
La vicepresidenta aún permanecerá en el Gobierno pese a la tormenta por la supuesta corrupción en la trama de la “chica siniestra” Leire Díez
La Columna de Alberto Grimaldi ( 16/12/25)
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Sevilla
Pedro Sánchez anticipó dos semanas –el 15 de diciembre cuando suele ser mucho más cerca del 30– su balance del annus horribilis que ha sido 2025, por más que haya cumplido su objetivo de permanecer en La Moncloa. Conviene hibernar en medio de la tormenta de casos de corrupción. Y en la copa navideña que ofreció posteriormente a los medios de comunicación que cubren la actividad del Gobierno, según las crónicas, dijo que la vicepresidenta primera del Ejecutivo y líder del PSOE andaluz, María Jesús Montero, “todavía aguanta” en el Ministerio. La respuesta tenía que ver con la inminente salida del Gabinete de Pilar Alegría, ya que la ministra de Educación y portavoz dejará el cargo para ser candidata socialista en las elecciones del 8 de febrero en Aragón, donde es secretaria general del partido en la región. El caso es el mismo para su homóloga andaluza, que tendrá que dejar el Gobierno en cuanto Juanma Moreno convoque a las urnas, probablemente al final de la próxima primavera.
Es un hecho que Montero sabe que tendrá que dejar su cargo de vicepresidenta primera y ministra de Hacienda por mor de la incompatibilidad que supone ser diputada al Congreso y miembro del Gobierno para ser elegible en Andalucía. Pero la frase del presidente Sánchez resulta en este caso polisémica, porque ese “Montero todavía aguanta” la pronuncia en un momento en que las investigaciones por casos de supuesta corrupción ya han provocado registros en Hacienda y tienen su epicentro en organismo público que depende del mismo ministerio: la SEPI, eje de una causa nueva sobre supuestos cobros ilegales por amaños de contratos públicos.
Dos de los investigados tuvieron cargos en los organigramas encabezados por Montero. El principal, Vicente Fernández, ex presidente de la SEPI y recientemente absuelto por otra acusación de amaño al no encontrar la Justicia ni pruebas ni indicios de ello: la mina de Aznalcóllar. Y es que Fernández ya tuvo cargos en la Junta con Montero como consejera. Aunque ahora ella ponga distancia con él.
Aún más con la otra implicada, Leire Díez, de la que ha dicho en la misma copa de la Moncloa que le parece una “friki”, una “chica siniestra” a la que no ha visto en su vida. Esas opiniones de hoy no impidieron que la autorizase a ocupar uno de los puestos de la mesa de Hacienda que decidió sobre todos los contratos del Gobierno durante la pandemia. O que tuviese cargos en Correos y en ENUSA, ambas compañías dependientes de la SEPI.
El tercer investigado es el empresario navarro Antxón Alonso, socio de Santos Cerdán, el dirigente socialista por el que Montero dijo que ponía la mano en el fuego… y se quemó.
Montero todavía aguanta, dice Sánchez porque todavía no toca que sea candidata, pero cabe preguntarse si en realidad llegaremos a verla en el cartel electoral de las autonómicas andaluzas de 2026.
