Iuri Tabatadze pasa del todo a la nada en el Cádiz CF: de ser clave a la suplencia

Cádiz

El Cádiz CF firmó a finales del periodo veraniego a Iuri Tabatadze. En un fichaje que llamó la atención por llegar desde el fútbol georgiano, el ex del Iberia 1999 cayó de pie. No solo por anotar un gol en su debut que dio tres puntos de oro al Cádiz CF ante el Albacete, sino por sus gestos en redes y su adaptación a la ciudad gaditana. Además, ante el Sanse fue el héroe con dos golazos para darle un punto al cuadro de Gaizka Garitano.

Siendo titular indiscutible y actualmente el máximo goleador del cuadro amarillo, el georgiano ha ido de más a menos. Lógico, sobre todo porque la complejidad de mantener ese nivel goleador y de efectividad, era más que difícil. Por ende, a pesar de que hasta hace nada era titular, Gaizka Garitano ya le ha dado el toque de atención. La mili del vasco parece que la asumió rápido, pero desde su llamada con la selección absoluta de Georgia y su debut ante España, todo ha ido a menos.

La convocatoria con Georgia

Perdiéndose el duelo ante el Almería por el parón internacional, Tabatadze sumaba ocho titularidades en nueve jornadas de Segunda División consecutivas. Exceptuando el encuentro ante el Granada, el de Georgia había sido titular en todos los envites. No obstante, ya en el partido ante el Andorra, el técnico vasco decidió quitarle al descanso. Peor aún en el encuentro ante la Cultural y Deportiva Leonesa, donde —junto a Yussi Diarra— decidió quitarlo en el minuto 38 de la primera parte. La etiqueta al futbolista fue clara y Garitano no escatimó.

A raíz de ahí, el bajón ha sido palpable en los minutos y en el juego. Siendo suplente ante el Córdoba y ante el Racing, jugó 18 y 22 minutos respectivamente. Ante el Real Zaragoza, a pesar de estar calentando en la banda, fue la primera vez en la temporada desde su llegada y desde que ha entrado en una convocatoria, que no sumó minutos sobre el verde.

Por consecuencia, Tabatadze ha perdido si situo y, seguramente, ese arreón inicial que lo catapultaban a ser ídolo del cadismo y clave para el vasco. Aunque lo primero sigue en pie, el georgiano tiene que revertir la situación. Sobre todo por su capacidad goleadora. En un equipo donde el gol escasea desde el inicio, su disparo con ambas piernas y el ver portería cada vez que coge la pelota es positivo en varias situaciones de partido. No siempre, ya que la toma de decisiones del futbolista es otro de los debes que tiene.

Aun así, ni antes era tan bueno como parecía, ni ahora es tan malo por no jugar. En su periodo de adaptación, que ha sido más que rápido, tiene que volver a encontrarse desde el trabajo que le pide el vasco para poder aumentar sus minutos y, quién sabe, volver a la titularidad más pronto que tarde.