Los vehículos de más de 12 años concentran la mayoría de los accidentes mortales, según datos de la DGT

Los vehículos con más de doce años de antigüedad siguen siendo los principales implicados en los accidentes de tráfico con víctimas mortales, en un contexto marcado por el envejecimiento del parque automovilístico español, que alcanza ya una edad media de 14,5 años, según los últimos datos disponibles.

La advertencia llega coincidiendo con el inicio de la Operación Salida de Navidad, que la Dirección General de Tráfico (DGT) activa este viernes y que se prolongará hasta el 6 de enero. Un periodo en el que las autoridades vuelven a insistir en la prudencia y la seguridad como prioridades absolutas en carretera.

Según los datos de la DGT, en 2023 la edad media de los vehículos implicados en siniestros con víctimas mortales se situaba en 12,8 años, una cifra que refuerza la relación entre antigüedad del vehículo y mayor riesgo en caso de accidente. Desde el sector se subraya que esta realidad no solo está vinculada al estado mecánico, sino también a la ausencia de tecnologías de seguridad avanzadas en los modelos más antiguos.

Un parque envejecido y con revisiones pendientes

El envejecimiento del parque móvil español preocupa especialmente a la industria de la automoción. En este sentido, el Círculo Neutral in Motion, que agrupa a las principales asociaciones del sector —AEDIVE, AER, ANESDOR, ANFAC, ASCABUS, FACONAUTO, FENEVAL, GANVAM y SERNAUTO—, ha reiterado su compromiso con la mejora de la seguridad vial y la necesidad de acelerar la renovación de los vehículos en circulación.

A esta situación se suma el incumplimiento de las inspecciones obligatorias. Según datos de AECA-ITV, las estaciones de ITV evitan cada año más de 15.600 siniestros viales, 13.110 heridos y 148 fallecimientos, pero, aun así, tres de cada diez vehículos no pasan estas revisiones obligatorias, lo que incrementa el riesgo de fallos técnicos en carretera.

Objetivo Cero Víctimas para 2050

La renovación del parque y la mejora de la seguridad vial forman parte del denominado Objetivo Cero Víctimas para 2050, impulsado por la Unión Europea. Desde Neutral in Motion destacan que alcanzar esta meta requiere la implicación conjunta de administraciones públicas, fabricantes, proveedores, redes de distribución y usuarios.

“El compromiso con la seguridad vial coge más firmeza que nunca y la visión de un futuro sin víctimas en carretera es un motor claro para seguir innovando”, señalan desde esta plataforma sectorial, que insiste en que la tecnología debe ir acompañada de infraestructuras adecuadas y bien mantenidas.

En este punto, los datos de la Asociación Española de la Carretera (AEC) añaden un factor de preocupación: más de la mitad de la red viaria gestionada por el Estado, las comunidades autónomas y las diputaciones presenta deterioros graves o muy graves, con un coste de reparación estimado en 13.491 millones de euros.

Tecnología, renovación y concienciación

Desde la industria recuerdan que los avances en seguridad han sido constantes. Desde julio de 2024, los vehículos de nueva homologación comercializados en la Unión Europea deben incorporar de forma obligatoria diez sistemas avanzados de ayuda a la conducción (ADAS), como el frenado automático de emergencia, la detección de fatiga o la asistencia de mantenimiento de carril. En el caso de motos y vehículos ligeros, estos sistemas —conocidos como ARAS— se están implantando de forma progresiva.

Además, el sector insiste en la necesidad de rejuvenecer el parque móvil, ya que, según Neutral in Motion, “un vehículo de 20 años contamina tanto como cinco vehículos nuevos de la misma tecnología y combustible”. Actualmente, casi dos tercios de los vehículos en circulación en España superan los diez años, una antigüedad que limita tanto la seguridad como la eficiencia medioambiental.

A ello se suman las campañas de educación y concienciación vial, en las que la industria colabora junto a las administraciones públicas para recordar la importancia del mantenimiento, las revisiones periódicas y el cumplimiento de las normas de tráfico, especialmente en periodos de alta movilidad como la Navidad.