Rubi: el peor enemigo del Almería
El entrenador y su staff técnico salen más retratados de La Rosaleda que Aridane

Rubi siempre se mide a grandísimos rivales y lo termina pagando su equipo. / LaLiga

Almería
LA OPINIÓN DEL PARTIDO: Aridane es un peligro y lo pone. Arribas dirige la orquesta y lo quita en pleno concierto. Cuando su equipo logra el empate se vuelve loco con los cambios. Está mal asesorado por su staff técnico. Son unos cuantos mirando como el Almería vuelve a dar síntomas de agotamiento y ha perdido la frescura. Chirino no da una a derechas y lo mantiene. Lopy está perdido en tierra de nadie y acaba el partido. Embarba se revienta en el campo y Arribas cuando mejor está va y lo quita. El entrenador fue el peligro. Nadie lo entendió en La Rosaleda.
Sus ruedas de prensa de baño y masaje no duran más de tres minutos y su equipo siempre juega ante unos ‘monstruos’. Rubi se cura en salud antes de cada fin de semana y no deja de echar piropos a los contrarios, para llegado el caso taparse el ‘culete’. Poner de inicio a Aridane era exponerse a lo que al final sucedió. Debe matarse a trabajar según su forma de premiar las alineaciones, pero no está. Sale en más fotos que el canario el entrenador, con una alineación mejorable y unos cambios sin sentido que ayudaron al rival. Rubi fue el peor enemigo del Almería.
El Almería le ha dado mucho poder al técnico
Le dio el sábado por no facilitar la lista de convocados y esconder sus cartas. Piropea sin ton ni son a los contrarios y sus equipos van a tirones y ganan partidos por esa calidad que atesoran. Tiene el Miura de la categoría y no se nota. Cuando la buena racha de los nueve partidos sin perder había ideas y sentido. El equipo no necesitaba del entrenador con la flecha hacia arriba, pero cuando se le iba cayendo jornada tras jornada, pedía a gritos el parón de Navidad y ahora el mercado. Es el amo del equipo y tiene plenos poderes, pero los marcadores mandan más que Al-Khereiji.
El equipo está muerto y lo lleva a tirones
Habla Rubi del estado de su equipo pidiendo a gritos un descanso, en vez de explicar el por qué el Málaga vuela y su Almería no tiene una velocidad más en los últimos partidos, y va plano por los campos de Segunda. Rubi es un buen seleccionador porque gana teniendo a los mejores, y cuando el partido pide estrategia y manejo sale retratado más que Aridane. Sus decisiones debilitan al equipo y es capaz de tener hasta dos hombres menos en el campo. Lopy y Chirino fueron a Málaga con la maleta y la cesta de Navidad. Ellos no tienen la culpa de mantenerse en el campo.
Arribas y Embarba lo sostienen
El Almería está a dos puntos de Primera porque ha contado con un Adri Embarba que quiere subir y un Sergio Arribas que es un ejemplo de buen profesional. Todo lo que depende del banquillo es cuestionable y mejorable por la propuesta; por los elogios sin sentido al rival y por esa montaña rusa en la que se convierten los equipos del entrenador catalán. No se entiende como se le ha vuelto a caer el equipo, es la viva imagen de la pasada temporada.
Se le ha lesionado Bonini y se ha quedado sin defensa, porque como buen seleccionador tira de los mejores y los recambios no le llegan. Rubi tiene mucho poder en el Almería y no debe olvidar que mandan más los resultados que su presidente. Que alguien le recuerde que dirige a la mejor plantilla de la Segunda División.

Tony Fernández
Redactor de Deportes de SER Almería. Llegó a la SER en 1996. Antes, en RNE. Más de 40 años de experiencia...




