Los cantos de la Aurora de Priego ya son Bien de Interés Cultural

Córdoba

Los cantos de la Aurora de Priego de Córdoba han sido reconocidos como Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía, una distinción que ha puesto en valor una de las tradiciones más singulares y antiguas de la Subbética cordobesa. Así lo ha explicado en Hoy por Hoy Córdoba el director del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, Juan José Primo Jurado.

Ampliar

Cerrar

Cuatro siglos de historia

Se trata de una tradición popular que se ha mantenido viva durante más de cuatro siglos y que se ha escuchado cada sábado de madrugada por las calles de Priego. A partir de la medianoche, los llamados auroros han salido a cantar coplillas dedicadas a la Virgen de la Aurora, acompañados de instrumentos de rondalla como la bandurria, el laúd o la guitarra, además de pequeña percusión.

Primo Jurado ha señalado que no se trata de una celebración puntual, "sino de un rito semanal que se ha celebrado durante todo el año, llueva o haga frío, y que ha estado profundamente ligado a la religiosidad popular y a la identidad del municipio". Ha recordado que las coplas se han transmitido de forma oral y que han formado parte de la vida cotidiana de Priego durante generaciones.

Una protección para el canto y las coplas

El director del IAPH ha destacado que este reconocimiento ha supuesto un impulso importante para la Hermandad de la Aurora y San Nicasio, encargada de organizar los cantos, y para todo el pueblo. Ha explicado que la declaración como Bien de Interés Cultural no solo ha protegido el canto y sus más de 200 coplas, sino también los instrumentos tradicionales y la imagen de la Virgen de la Aurora, una talla de 1706 atribuida al escultor granadino José de Mora.

Durante la entrevista, Primo Jurado ha subrayado la importancia de proteger el patrimonio inmaterial, más allá de los edificios o las obras de arte. Ha indicado que la clave ha estado en la divulgación y en el orgullo colectivo, para evitar que esta tradición se convierta en una reliquia del pasado. En ese sentido, ha señalado que uno de los principales retos ha sido garantizar el relevo generacional, ya que las cuadrillas han estado formadas mayoritariamente por personas mayores.