El nuevo tribunal de instancia pone a prueba la capacidad organizativa de la Justicia en Sevilla
La decana de los jueces de Sevilla, Reyes Vila, explica en una entrevista en la Cadena SER Andalucía cómo afectará la reforma judicial, que se implanta el 31 de diciembre, y advierte de las dificultades organizativas y tecnológicas del proceso
Entrevista a Reyes Vila, decana de los jueces de Sevilla, en Hora 14 Andalucía (27/12/2025)
Sevilla
La Justicia andaluza afronta uno de los mayores cambios organizativos de las últimas décadas. A partir del 31 de diciembre, Sevilla implantará el nuevo modelo de juzgados de instancia, una reforma prevista en la Ley Orgánica 1/2025 de eficiencia organizativa, que sustituye los tradicionales juzgados unipersonales por una estructura única y colegiada.
En una entrevista concedida a Hora 14 de la Cadena SER Andalucía, la decana de los jueces de Sevilla, Reyes Vila, ha subrayado que se trata de una reforma organizativa, no jurisdiccional, y ha lanzado un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía.“El ciudadano no va a perder a su juez ni se va a alterar el derecho al juez predeterminado por la ley”, ha recalcado.
Según explica Vila, los antiguos juzgados numerados desaparecen como compartimentos estancos para integrarse en un único tribunal de instancia, formado por todos los magistrados del partido judicial. Cada juez seguirá conociendo de los asuntos que ya tenía asignados, pero la gran novedad afecta a la oficina judicial, que pasa a organizarse en servicios comunes que darán soporte a todos los magistrados de forma transversal.
Sevilla afronta esta implantación con una complejidad añadida. Es el cuarto partido judicial de España por volumen, solo por detrás de Madrid, Barcelona y Valencia, y cuenta con unas 1.400 personas funcionarias que deberán ser reordenadas. Por ese motivo, la decana avanza que el despliegue será progresivo por jurisdicciones a lo largo de los primeros meses de 2026.
“Al ciudadano se le pide que acuda al mismo juzgado al que venía acudiendo hasta ahora. A partir de ahí se le dará la información necesaria para evitar cualquier perjuicio en la tramitación de sus asuntos”, ha explicado.
Otro de los grandes retos es el espacio físico. Sevilla cuenta con seis sedes judiciales, muchas de ellas con edificios antiguos y despachos pequeños, poco adaptados a una oficina judicial común y diáfana. Solo las sedes de Palmas Altas se aproximan al modelo ideal, aunque tampoco están plenamente habilitadas. En sedes como El Prado, Noga o los juzgados de Violencia sobre la Mujer en Viapol se están realizando pequeñas reformas para absorber el impacto de la nueva organización.
La confirmación de que el sistema funcione, advierte Vila, pasa necesariamente por la tecnología. “Tenemos que confiar en el sistema informático de la Junta; no es una opción, es esencial”, ha afirmado. La decana reconoce que la comunicación digital será clave para coordinar a cientos de funcionarios y magistrados que ya no trabajarán en pequeñas unidades estables, sino en grandes servicios comunes. Para posibles fallos técnicos, asegura que ya se están diseñando protocolos alternativos.
En cuanto a las macrocausas, uno de los principales temores del cambio, Vila descarta que se vayan a ralentizar. Al contrario, sostiene que el nuevo modelo debería permitir una mejor asignación de recursos y que estos procedimientos, ya muy controlados, seguirán contando con personal específico.
Durante el periodo transitorio, la presidencia del nuevo Tribunal de Instancia de Sevilla recaerá en la propia decana, una función de coordinación que, según la ley, refuerza el papel del decanato en la nueva arquitectura judicial.