Carmen Magallón: Armas, más armas y matanzas

Zaragoza

Todo el mundo está conmocionado por la matanza en el colegio de Texas, en EEUU, donde 19 niños y dos profesoras murieron a manos de un joven con un rifle de asalto. Al igual que una parte de la población de aquel país clamamos al cielo contra las armas, por su exceso y la deficiente regulación.

Vemos cómo en el orden chirriante neoliberal, la libertad del mercado se impone a la vida de los seres humanos. La producción y el comercio de armas es un ventajoso negocio para algunos grupos de poder, que ejercen presión a todos los niveles.

Vayamos ahora a nuestro entorno.

Asistimos a la decisión de un aumento brutal del gasto en armamentos en los países de la Unión Europea. Son más millones de euros para el negocio de la muerte, que absorberá recursos necesarios en salud, por ejemplo. Son más armas.

Y en la paz y en la guerra, todas las armas matan. Decimos "no a la guerra, no a las matanzas". Philip Randolph dio la clave: “Haz que las guerras no sean rentables y las harás imposibles”.