Fallece Teresa Benavides, referente en la jota literana
Esta zaragozana fue la que relanzó la Agrupación Folclórica Alma Literana en Tamarite de Litera y fue profesora de baile en varias agrupaciones de la comarca
Ser Aragón Oriental
Triste noticia para la jota en la Comarca de la Litera y en la provincia de Huesca. Este viernes fallecía la jotera, Teresa Benavides Úñez, que enseñó a bailar a varias generaciones en toda la comarca altoaragonesa, dejando el recuerdo y la esencia de la jota más pura y auténtica.
Desde la Agrupación Alma Literana de la que formó parte desde 1949 hasta 1986 se pone de relieve la importancia de una sus vecinas (adoptiva) más ilustres creando escuela y transfiriendo su conocimiento a varias generaciones de jóvenes joteros.
Teresa nació en Zaragoza en 1931 y con solo tres años ya acudía a los cafés con su madre, gran aficionada a la jota, a ver los espectáculos, y cuando bailaban la jota se escapaba de su madre y se iba a bailar con los artistas.
Comenzó las primeras clases de baile de modo particular con el bailador Jesús Abadía en febrero del 36, a la edad de 5 años. Después de terminar la guerra civil, sus padres la matriculan en 1940, en la recién inaugurada Escuela Oficial de Jota Aragonesa de Zaragoza. Es una de las primeras alumnas y así consta, en el libro de registro de matrículas de tal Escuela, con el nº 5. Tenía 8 años, y tuvo como profesora de baile a Doña Isabel Zapata, y con ella aprendió las jotas más clásicas y fundamentales. Estudió música con el maestro Don Ramón Salvador, folclore aragonés con Don Ángel Mingote, canto de la jota con Doña Pascuala Perié e Historia de la Jota con Don Andrés Araíd.
Estuvo presente Teresa, como pareja infantil y juvenil, en cantidad de actuaciones de los grupos que en aquel momento había en Zaragoza (Rondalla de Don Francisco Caballero, Alma de Aragón dirigido por Don Mariano Cebollero, Raza Aragonesa de Doña Isabel Zapata, Rondalla del maestro Florencio Santamaría, Rondalla Goya de Don Jorge Sánchez Candial… y durante muchos años en el grupo de Doña Mª Pilar de Las Heras) Doña Isabel Zapata preparó a Teresa desde los doce años, para dar clases de baile, llevándola con ella a enseñar la jota a los colegios, donde a la vez la ayudaba y, en caso necesario, la sustituía, pues la profesora no podía atender la demanda ella sola. Así va adquiriendo Teresa destreza y seguridad en el baile.
Con 16 años consigue un accésit al primer premio en el Concurso Oficial de Jota de Zaragoza con la jota de Albalate; era el año 1948. En abril de 1949 acaba sus estudios en la Escuela Oficial de Jota del Conservatorio de Zaragoza a los 17 años, y obtiene el Diploma que la capacita para la enseñanza como profesora de baile regional. Siempre que su profesora, Doña Isabel Zapata, salía para cumplir con algún festival, se quedaba Teresa como suplente en la Escuela Oficial de Jota de Zaragoza. En este mismo año, 1949, consigue Teresa, formando pareja con Antonio Herrero, el primer premio en el Concurso Oficial de Jota Ordinario de Zaragoza con la jota de Calanda; y en 1950 el premio extraordinario y Campeones de Aragón con las jotas de Calanda y de Zaragoza.
Tuvo su primer contacto con Tamarite de Litera, en la provincia de Huesca, en el 49, junto a Celia Palacián y su esposo Antonio Talayero, bandurrista en la rondalla de Don Florencio Santamaría. Era tradición en Tamarite contratar a la pareja de baile campeona en el Certamen del Pilar de Zaragoza para actuar en las fiestas mayores, entonces celebradas el segundo domingo de noviembre, en honor a la patrona la Virgen del Patrocinio.
Fue entonces cuando la Agrupación Folclórica Alma Literana le propuso que se desplazara hasta allí para impartir clases de baile y enseñar en la escuela de Alma Literana en Tamarite. Teresa aceptó el compromiso. En ese ir y venir a Tamarite entra en relaciones con uno de los componentes de la rondalla, hijo de Tamarite que toca la bandurria, es Luis Perat Samitier. También el amor crece a ritmo de jota, y en 1956 esta joven pareja se une en matrimonio y fijan su residencia en el mismo pueblo. Y es así como Teresa crea escuela en Alma Literana, en Tamarite de Litera, y consigue que dicha agrupación sea una de las importantes de la provincia de Huesca.
Ahora los triunfos de Teresa van a ser los de la agrupación; y esas vidas paralelas: Alma Literana y Teresa, Teresa y Alma Literana van a fundirse en una sola, y así, a partir de ese 1956, hablar de Teresa y hablar de Alma Literana es casi, casi, lo mismo. En esos años Teresa con Alma Literana pisan escenario en infinidad de localidades y ciudades, tanto comarcales, provinciales, nacionales como extranjeras.
Participó como miembro del jurado en la modalidad de baile en varias ocasiones en los concursos del Exmo. Ayuntamiento de la ciudad de Huesca y también de Binéfar.
Fue también profesora de baile en otras agrupaciones de la comarca de la Litera y otras vecinas, desplazándose para ello ya desde Tamarite hasta Albelda, Alcampel, Algayón, Benabarre y Almunia de San Juan, durante más de quince años en alguna de ellas.
En 1986 Teresa decide retirarse del magisterio directo del baile y en 1987 recibe un merecido reconocimiento, en Tamarite, de parte de los Amigos del Folclore Aragonés de Huesca; en el transcurso del mismo y a modo de anécdota, “diremos que es la última vez que Teresa bailó la jota una vez ya retirada de esta labor, fue la jota de Calanda, esta vez acompañada de una importante pareja como fue Carlos Vidal. Ha sido siempre, y lo seguirá siendo, un referente fidedigno de lo que fue y ha sido la jota, y en concreto el baile: pasos, estilos, orígenes, intérpretes… e historias mil que entretejieron, allá por los años 40 y 50, lo que en su evolución ha representado ser la escuela inicial de la jota”, se apunta desde Alma Literana.