La Muestra de Cine de Ascaso reivindica en el Festival de Contis el valor de las películas que provocan la reflexión
La muestra aragonesa aporta al festival francés el largometraje La vida más larga, de David Valero Simón, que logra una gran acogida entre el público
Imagen de los voluntarios del Festival de Ascaso en su visita al festival francés.
Ser Aragón Oriental
«No nos gustan las películas que exigen al espectador que no piense; en cambio, nos encantan las obras que provocan la reflexión. Existe el cine ideado para paralizar al espectador y el que pretende que seamos más críticos y activistas. Tanto en Contis como en Ascaso coincidimos en que proyectamos el cine que queremos ver, y que no es precisamente el de la industria y las grandes salas comerciales». Con estas palabras, el codirector de la Muestra de Cine de Ascaso, Miguel Cordero, arrancó la ovación del público que llenaba la sala donde durante la semana pasada se celebró la 27ª edición del Festival du Cinéma de Contis.
Como el año pasado, una delegación de voluntarios del certamen aragonés se desplazó a las Landas francesas para seguir reforzando los lazos de colaboración entre ambos festivales.
Como parte del hermanamiento, Contis aporta tres cortometrajes al programa de la Muestra, y Ascaso lleva al público francés uno de los largometrajes de su programación. En esta ocasión, La vida más larga, del realizador alicantino David Valero Simón, que conquistó un éxito rotundo.
«La vida más larga es el trabajo de cuatro años de grabación en el día a día de mi tía abuela María. Yo soy de los que piensa que el cine no debe ser una vía de escape para que el espectador huya de sus problemas o de la vida. Pienso que el cine debe ayudar al espectador a reconectar con la vida y con las emociones, y es lo que he intentado hacer con esta película», explicó Valero durante la presentación de la proyección. Tras ella, recibió la ovación y las felicitaciones de unos espectadores emocionados que quisieron conocer todos los detalles sobre el proceso creativo de una cinta en que la gran protagonista es una mujer casi centenaria.
«En la Europa actual, en que la cultura está regida por el dinero, es necesario encontrar espacios de libertad, también dentro del mundo del cine. Es el momento de que la ciudadanía exija poder ver el cine que quiere ver», reivindicó Miguel Cordero durante su intervención en la gala de entrega de premios, poniendo en valor el «cine pequeño», como La vida más larga, capaz de generar grandes emociones. «Estamos encantados de compartir camino con Contis. Somos dos festivales diferentes, pero tenemos muchas cosas que nos asemejan, como el hecho de que no nos gustan demasiado las películas que vienen de la corte suprema de los Estados Unidos», concluyó, con la complicidad de una sala abarrotada.
