Carlos Pauner continúa el proyecto 'Leopardo de las nieves' con dos sietemiles en Tayikistán
Lo hará junto a Andrés Vilalta y 5 alpinistas más, en lo que supondría para él "cerrar un ciclo"
Zaragoza
La aventura comenzará el próximo jueves y está previsto que finalice el 15 de agosto. "La idea es empezar con el Korzhenveskaya, que es más asequible, para poder conseguir la aclimatación necesaria para, en el Comunismo (pico Ismail Somoni), que es más complicado y, sobre todo, mucho más peligroso, estar el menor tiempo posible. Esa aclimatación te permite poder ir 'del tirón'", ha explicado Pauner.
En estas cinco semanas tratarán de tachar tres de las cinco cimas que comprende el reto. La primera ya la alcanzaron el año pasado, el pico Lenin. Y las otras dos, las dejan para el año que viene. "Para mí, poder traer a Aragón este proyecto, sería cerrar un ciclo importante. Han sido 30 años de alpinismo profesional y creo que ya no hay más proyectos importantes en la montaña de altura".
Andrés Vilalta y Pauner realizarán la expedición junto a otras cinco personas: dos alpinistas valencianos y un grupo polaco de tres integrantes. Con ellos, ascendieron el pico Lenin el año pasado. "Nos da mucha confianza, porque nos conocemos", admite Pauner, "al final, no es como ir los dos solos".
Un viaje que parece sacado de Tintín
El itinerario es de esos que dan envidia. El próximo jueves 14 de julio vuelan desde Barcelona a Estambul, para hacer una escala de 4, o 5 horas, y coger otro vuelo a Dusambé, la capital de Tayikistán. Allí, llegan a las 3 de la madrugada, y tendrán unas pocas horas para comprar aprovisionamientos, cambiar moneda y preparar los equipos. "Ya podemos dormir en el avión", ha bromeado Pauner. Esa misma tarde, carretera hasta Yirgital, donde un helicóptero les llevará hasta el campamento principal. A partir de ahí, a subir.
Además, la vida allí es muy diferente. "Tengo amigos no, hermanos, que he hecho allí, y gente con la que no me querría encontrar ni aquí. Cuando sometes a las personas a presión, los exprimes y sacas su zumo, se ve si es blanco o negro. Y no se puede disimular", recuerda Pauner. "Cuando llevas allí un mes, tu universo ya no está aquí. De pronto, solo hay dos colores: blanco y negro. Hielo y roca".