Actualidad

25 años llevando el descanso a los salones aragoneses

Tapigrama, un ejemplo de trabajo, constancia y superación, con sello zaragozano.

Pensar a lo grande, cuando se habla de negocios, puede llegar a provocar vértigo. Hace ya 25 años, Jesús Galve y Antonio Torres, amigos y compañeros de trabajo, decidieron montar un taller de tapicería. / Tapigrama

Zaragoza

Pensar a lo grande, cuando se habla de negocios, puede llegar a provocar vértigo. Hace ya 25 años, Jesús Galve y Antonio Torres, amigos y compañeros de trabajo, decidieron montar un taller de tapicería. Sector en el que ambos, tenían experiencia. Todo comenzó en una nave de 300 metros, situada en el polígono Proalca de Cadrete. Un alquiler acorde a sus posibilidades y el material justo para comenzar. Dos valientes jóvenes que en ningún momento pudieron llegar a imaginar lo que la vida les deparaba con trabajo y constancia.

25 años de trabajo e ilusión

Jesús Galve echaba la vista 25 años atrás y recordaba con cariño los comienzos. “Con una simple máquina de coser sencilla, un compresor económico, dos pistolas de tapizar y pequeñas herramientas necesarias para empezar que no superaron las 300.000 pesetas” recuerda Gave. A las pocas semanas de inaugurar sus servicios, “fueron muchas las tiendas de muebles y sofás que nos contactaros para solicitarnos sofá nuevos para sus exposiciones” indica Jesús.

Fue en ese momento cuando el azar de la vida les obligo a dar un giro a su idea inicial y comenzaron a centrarse en la fabricación de sofás nuevos. Era tanta la demanda de empleo y el trabajo que suponía que les obligo a aumentar la familia: Juan Torres, Ilumi Navarro y Antonio Burguete pasaron a formar parte de un sueño que iba cogiendo forma. “Tapizados Aragón” ya tenía cinco trabajadores.

Movidos siempre por la necesidad, se vieron obligados a mudarse a una nave más grande a los 18 meses de abrir. Años después, en 2001 decidieron montar su propia carpintería. “Con carpintería propia podíamos ofrecer a nuestros clientes un servicio de sofá a medida sin sobrecostes y un plazo de entrega similar al del sofá estándar” explicaba Galve.

Era 2002 cuando el destino les volvió a brindar otra oportunidad de negocio. La tapicería zaragozana especializada en sofás de piel cerraba, esto les dio la oportunidad perfecta para ampliar plantilla con tres trabajadores más y comenzar con la fabricación de este tipo de muebles. “Comenzamos a renovar nuestras sencillas máquinas de coser cambiándolas por máquinas de coser más sofisticadas de triple arrastre semiautomáticas y una máquina de columna para coser con doble aguja” indicaba Galve.

Pasaron los años y nada tenía que ver el negocio de ese momento con el que en un principio se ilusionaron. Es por ello que, en 2003, con 13 trabajadores, optaron por cambiar la razón social y comercial por la actual: “Tapigrama”. Fue en 2007 cuando se mudaron a las instalaciones actuales, también en Cadrete. De los 300 metros cuadrados con los que se empezó, pasaron a 2.800 m ampliando a lo largo de los años con los 5.000 metros actuales.

Expositores

Por primera vez, en 20013, Tapigrama expuso sus más de 50 modelos diferentes en su primer expositorio situado en la calle Francisco de Vitoria 26, en el centro de Zaragoza. No fue hasta 2018, con la crisis económica todavía muy presente en sus cabezas, cuando se lanzaron a abrir la segunda tienda en Logroño. Algo que fue un éxito ya que un año después, llegaban a Huesca.

En los últimos 12 meses han abierto expositores en el Actur, Gómez Laguna, Teruel y, por último, en Tudela. Esto les ha permitido ver más de cerca a sus clientes, conocer los intereses y necesidades de la gente. Porque si hay algo que tras estos 25 años no ha cambiado, es la ilusión por seguir estando presente en los hogares aragoneses.