El centro de interpretación de la Línea del Cinca en Monzón abre sus puertas
Este sábado, 16 de julio, se estrena con entrada gratuita
Monzón
El centro de interpretación de la Línea del Cinca y Museo Etnográfico, situado en la calle Blas Sorribas nº31, abre al público el sábado día, 16 de julio con un servicio de visitas guiadas y atención a los visitantes, inicialmente, gratuitas, prestado por el Grupo de Investigación de Espacios de la Guerra Civil (GRIEGC).
De esta forma, se viene a completar todo el trabajo de recuperación de los restos de fortificaciones de la Guerra Civil, que lleva realizando el Ayuntamiento de Monzón desde el año 2017, siendo los pioneros en las labores de recuperación de la Línea del Cinca y su puesta en valor.
La exposición permanente sobre la Línea del Cinca se ubica en la planta sótano, planta baja y primera planta del edificio, y contiene paneles con información histórica de toda la ruta y recreaciones de diferentes espacios (un hospital de campaña, un refugio, un nido de ametralladoras, una trinchera acabada y otra en construcción, un puesto de mando, entre otros). Además, hay vitrinas en las que exponen diferentes elementos originales de la época: armas inutilizadas, objetos de la vida cotidiana de los soldados, mapas, etc.). Destacar la cesión de distintos elementos del vecino de Fayón, Josep Pallars, a través del GRIEGC. La adecuación de este espacio ha contado con un presupuesto de casi 25.000€.
El centro de interpretación, explica el concejal de Turismo, Jesús Guerrero, “se ve complementado con la Exposición Etnográfica de objetos donados por la montisonense, ya fallecida, Josefina Jiménez, que ocupa las plantas segunda y buhardilla del edificio. Se trata, sin duda, de un gran complemento al Centro de Interpretación, ya que permite hilar la Línea del Cinca con la vida cotidiana de los hogares aragoneses de comienzos del siglo XX”.
Un espacio que, según añade Guerrero, “pretende funcionar también como centro de recepción de todos los visitantes interesados en conocer la Línea del Cinca, no sólo los restos de Monzón y Selgua sino, además, los existentes en el resto de la provincia de Huesca, Aragón o localidades limítrofes catalanas.”.
Antecedentes
El origen de este proyecto se encuentra en el año 2016, con cargo a una subvención de la Diputación Provincial de Huesca en la convocatoria de subvenciones para el programa de realización de infraestructuras turísticas con la que se ejecutó el proyecto de Creación y Puesta en valor de la Ruta Turística “La Línea del Cinca Medio: Defensas de Monzón y Selgua (1936-1939). Este proyecto consistió en la investigación, inventario y catalogación de los restos de la Guerra Civil en Selgua y Conchel y en el diseño de contenidos, maquetación e instalación de 10 elementos interpretativos y 6 elementos direcciones.
Desde ese año se han venido realizado distintas actuaciones de recuperación en las inmediaciones de Selgua y en las Cañoneras del Castillo de Monzón. Además, se han realizado de manera anual y con una buena respuesta de público unas visitas guiadas a las Fortificaciones de la Guerra Civil en la Línea del Cinca, a cargo de miembros del GRIEGC. LÍNEA DEL CINCA La Línea del Cinca fue la principal obra defensiva que construyó el bando republicano en Aragón durante la Guerra Civil española (1936-1939). Consistía en una fuerte línea de resistencia dotada de fortificaciones y trincheras situadas en los márgenes del río Cinca.
La línea se extendía desde las inmediaciones del Pirineo hasta Gandesa, iniciándose sus obras a finales de agosto de 1936. En enero de 1937 se encontraban construidos más de 7 kilómetros de trincheras, 13 kilómetros de caminos cubiertos; centenares de nidos de ametralladoras, acompañados con sus correspondientes refugios para tropas, y diversos asentamientos artilleros. El sector de Monzón fue uno de los puntos fuertes de la línea, compuesto por las posiciones de Selgua, Monzón y Castejón del Puente. Se construyeron solo en este sector 66 emplazamientos artilleros. Sin embargo, esta línea fortificada apenas fue obstáculo ante el rápido avance del ejército nacional en su ofensiva por Aragón en marzo de 1938, siendo destruidas buena parte de estas fortificaciones por sus propios defensores.