Cielos y tierra que nos diferencian

Redacción
Teruel
Las señas de identidad son algunos de los pilares sobre los que se cimienta cualquier comunidad. La provincia más al Sur de Aragón ha aportado a esta región algunos recursos que contribuyeron a la industrialización de España, como fueron los mineros, y otros que más recientemente se han concebido como factores de desarrollo y vertebración de nuestro territorio.
Los cielos sin contaminación lumínica, la riqueza geológica, o la innovación educativa -especialmente en el ámbito rural- son algunas de las aportaciones de Teruel que hacen singulares y únicos varios proyectos que se han hecho realidad en Aragón.
Quienes estuvieron en el origen de lo que eran sueños e ideas, o tuvieron que volver a empezar con el fin del carbón, explican cómo se ha construido la Comunidad de Aragón en base a elementos diferenciales que se supieron aprovechar con la Autonomía.
Marisol Navarro Pratsavall, la primera diputada por Teruel en las Cortes de Aragón de la primera legislatura de 1.983 a 1.987, como Montserrat Martinez, la primera Vicerrectora del Campus de Teruel, rompieron techos de cristal cuando no había referentes.
José María Merino fue trabajador de Minas y Ferrocarriles de Utrillas y ha vivido en primera persona la “reinvención” de las Cuencas Mineras, que empezó mucho antes del cierre de la Térmica de Andorra.
Pedro Sarto presidió la CEOE de Teruel, participó en el nacimiento de la patronal en Aragón, y de diferentes iniciativas empresariales turolenses.
Con un perfil científico Mariano Moles y Jose Luís Simón han dejado su impronta en el Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón y en la Red Europea de Geoparques.




