Sociedad

El Rey del Simpa campa a sus anchas por Zaragoza

Esta semana en dos ocasiones actuó de nuevo, minutos después del salir del juzgado, por no pagar la cuenta en los restaurantes, En los últimos 6 años, ha repetido este modus operandi más de 60 veces

Carne con patatas y huevo frito, uno de los platos favoritos del delincuente

Zaragoza

A los hosteleros de Zaragoza no les tiene que hacer ninguna gracia, porque cualquiera puede ser víctima de Antonio Miguel Grimal, un hombre de 47 años que lleva más de seis años sin pagar la cuenta de los restaurantes en los que come. Tiene asumido que el dueño del establecimiento llama a la policía, lo denuncian, pasa por el juzgado y a las pocas horas está de nuevo en la calle

La Policía Nacional ya asume con cierta sorna e impotencia las actuaciones de Grimal, y por eso hoy la nota que han mandado a los medios de comunicación a través de las redes sociales ha sido ésta:

El Rey del Simpa no nos da tregua

20-07-22 Se fue a comer un menú a un restaurante en la calle Condes de Aragón y, por supuesto, no pagó.

21-07-22 Por la mañana pasó a disposición del Juzgado de Instrucción 6 y quedó en libertad con cargos.

¿Qué hizo cuando salió del juzgado? Ir a comerse una gran hamburguesa a un conocido local de la calle Jorge Guillén. Fue reconocido por un cliente, pero el Sr. Grimal tampoco abonó la cuenta y otra noche que pasó en calabozos.

22-07-22 Pasó a disposición del Juzgado de Instrucción número 7 quien también decretó su libertad. Como en días anteriores, ayer también salió con apetito del Juzgado y sólo tuvo que trasladarse unos metros para estafar nuevamente en un restaurante de la calle María de Echarri. Hoy ha pasado a disposición del Juzgado de Instrucción 8 y ya está nuevamente en la calle.

¿Dónde comerá y dormirá hoy?

En marzo ingresó en prisión

Hace cuatro meses, Grimal batió su récord. En 30 días fue detenido en 9 ocasiones por irse de un restaurante sin pagar, Una juez de Zaragoza lo mandó de forma preventiva a la cárcel de Zuera, pero estuvo poco tiempo. En 2017 la fiscalía pidió para el 3 años de cárcel y una indemnización de 2.100 por no pagar una cena en un hoal con dos amigos. No entró en prisión y la indemnización se rebajó a 270 euros. Se ha especializado en estafar a los negocios. Y parece que no va a parar.