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Competición impone un partido de sanción a Jorge Pulido tras su expulsión en Albacete

Se perderá el choque contra el Ibiza del próximo domingo en El Alcoraz

Jorge Pulido atendía a los medios tras el primer entrenamiento de la temporada / Javier Salas

Huesca

Competición, tras la resolución recientemente confirmada y publicada por parte de la RFEF, ha impuesto finalmente un partido de sanción a Jorge Pulido tras la tarjeta roja que vio ante el Albacete Balompié el pasado martes. Un posible mordisco a Boyomo, revisado en el VAR durante la segunda parte, condenó al zaguero azulgrana, quien fue expulsado por Cordero Vega tras ver las repeticiones de aquel hecho que sucedió en un saque de esquina a favor de la SD Huesca.

En definitiva, se trata de un mal menor cuando parecía probable que Ziganda pudiera perder a Pulido durante más fechas, aunque finalmente no será así y solo se perderá el próximo choque frente al Ibiza en El Alcoraz.

El comité ha decidido: "Suspender por 1 partido a D. Jorge Pulido Mayoral, en virtud del artículo/s 130.1 del Código Disciplinario y con una multa accesoria al club en cuantía de 200,00 € y de 600,00 € al infractor en aplicación del art. 52".

Además señala que "vistas las alegaciones y la prueba videográfica aportada por la SD Huesca, SAD, el club alega la existencia de un error material manifiesto y mantiene que el jugador no realizó dicha acción: morder a un jugador rival en el hombro. Mantiene que las imágenes aportadas prueban que el jugador expulsado acercó su cara al hombro del jugador, pero que resulta imposible afirmar a partir del hecho la existencia del mordisco. Como es sabido, la tarea de este órgano disciplinario, de acuerdo con la normativa federativa que resulta aplicable, es determinar, en su caso, la existencia de un error material manifiesto en la descripción arbitral de la acción. Como se ha dicho, únicamente la prueba de un error de este tipo puede desvirtuar la apreciación realizada por el colegiado y, en consecuencia, la veracidad de lo que hizo constar en el acta. Es necesario en todo caso que se trate de un error claro o patente, independientemente de toda opinión, valoración, interpretación o calificación jurídica que pueda hacerse, circunstancias que no se dan en este caso. En otras palabras: el error debe probarse para desvirtuar dicha presunción de veracidad. No ocurre esto en este caso. En efecto, del visionado de la prueba aportada por el club no es posible deducir que el jugador expulsado no realizó la acción merecedora de reproche disciplinario. Las imágenes parecen corroborar, al menos prima facie, el relato arbitral: el mordisco que motivó la expulsión", concluye la resolución.