La residencia de estudiantes del antiguo cuartel de Pontoneros contará con 165 plazas en septiembre de 2023

Zaragoza

La residencia de estudiantes del antiguo cuartel de Pontoneros, en Zaragoza, contará con 165 plazas en septiembre de 2023. Un número que ascenderá a 377 con la finalización del segundo edificio en 2024. Esta mañana, Xior, la empresa encargada del proyecto, y el Ayuntamiento de Zaragoza han colocado la primera piedra, en un acto en el que además han enterrado una cápsula del tiempo.

El proyecto supone una inversión de 29 millones de euros, con el objetivo adicional de "dinamizar el Casco Histórico", afirmaba el alcalde de la ciudad, Jorge Azcón. "Va a tener un elemento que para mí es fundamental: el barrio. Que el Casco Histórico pueda colaborar es una parte muy importante del proyecto". Y añadía que "las propias asociaciones o los propios vecinos del barrio sepan que van a poder colaborar".

Las obras se están desarrollando en dos etapas diferentes. Aproximadamente en septiembre de 2023, la primera fase estará abierta para acoger a 165 estudiantes. En 2024, con la segunda, serán un total de 377 plazas. La residencia ofrecerá un hogar a "casi 400 estudiantes locales y foráneos mientras se forman y construyen su futuro", exponía esta mañana Bastiaan Grijpink, Director General de la Península Ibérica de Xior Student Housing.

Diez de estas habitaciones serán becadas y a coste cero, y doce estarán reservadas para personal invitado de la Universidad de Zaragoza, como investigadores o postdoctorales. Los precios rondarán.

Rechazo de Zaragoza en Común

Zaragoza en Común ha mostrado su rechazo a la residencia de estudiantes de Pontoneros. Al contrario que Jorge Azcón, lo consideran una oportunidad desaprovechada de dinamizar el barrio.

"Nos hemos abstenido de acudir al acto de colocación de la primera piedra de la residencia de lujo de Pontoneros porque entendemos que es un mal negocio para el Ayuntamiento, para el barrio y para toda la ciudad. Es el modelo propio del PP de poner recursos públicos al servicio de intereses privados. Un mal negocio para el barrio, porque en términos de regeneración urbana se ha dejado pasar una oportunidad de oro en la que se pretendía hacer una residencia comunitaria para mayores, alquiler asequible para jóvenes y para gente de la universidad pública. Lejos de pensar en la regeneración que suponía ese modelo, tener ahí 400 estudiantes, con unos precios que van a rondar los 550€ y que, desde luego, no van a permanecer de una forma estable en ese entorno, sino que la vida la van a desarrollar, obviamente, en los campus universitarios, va a suponer una barrera", ha criticado Pedro Santisteve, portavoz del grupo municipal.